El panadero que habría violado a alumnas con discapacidad quedó en prisión preventiva

En los tribunales de Trelew concluyó ayer la audiencia judicial contra el panadero y pastor evangélico acusado de abusar y amenazar al menos seis alumnas con discapacidad.

La Justicia le dictó dos meses de prisión preventiva mientras avanza la investigación con la realización de distintas pericias. Se sumaron más denuncias.

A partir de una primera denuncia que abuso sexual en la que una integrante del Centro de Amigos y Padres de Personas Discapacitadas Mentales (CAPDIM) sorprendió el 16 de abril al depravado en el baño con la alumna que tenía sus ropas bajas, se conocieron más casos en el que las víctimas estaban amenazadas por el profesor de panadería.

En ese marco el miércoles se abrió la apertura de la investigación y la audiencia continuó ayer en los tribunales penales de la ciudad valletana. La fiscal general María Tolomei y el funcionario Enrique Kaltenmeier expusieron ampliamente acerca de los peligros procesales subsistentes en la investigación.

Para la Fiscalía el relato de los delitos y los elementos aportados acreditan la probabilidad de autoría y están en evidencia los riesgos procesales de fuga y entorpecimiento. Por ello, pidieron que se mantenga la prisión preventiva mientras dure la investigación.

El defensor del imputado, Matías Castro, se opuso y rechazó algunos aspectos que hacen a la calificación de los delitos. Por lo tanto, solicitó que en todo caso se le otorgue el arresto domiciliario.

Sin embargo, el juez Marcelo Nieto Di Biasse coincidió con el Ministerio Público Fiscal al indicar que los elementos colectados permiten suponer que el imputado cometió delitos “sumamente graves aprovechándose de la vulnerabilidad de personas con capacidades diferentes, generando una situación de superioridad que se transforma en algo totalmente deplorable”.

En razón de ello, el magistrado hizo lugar a la existencia del peligro de fuga y el entorpecimiento y argumentó que la pena no será de ejecución condicional. También subrayó que el acusado amenazó a las víctimas y explicó que debido a la cantidad de abusos sexuales “debía mantener el control y no encontró mejor manera que la amenaza hacia las perjudicadas”.

El juez consideró que el arresto domiciliario no es suficiente e impuso la prisión preventiva en principio por dos meses. Se espera que por ese lapso se concreten algunas medidas relacionadas con exámenes de psicodiagnósticos y otras pericias que permitan confirmar las evidencias presentadas.

El sospechoso hacía las veces de maestro panadero en uno de los talleres de CAPDIM, además de presentarse como pastor de una iglesia evangélica. Fue imputado por los delitos de abuso sexual con acceso carnal, agravado por haber sido cometido como encargado de educación de sus víctimas, dos hechos en concurso real entre sí, y abuso sexual simple y reiterado, cuatro hechos en concurso real entre sí, en concurso real con hechos de coacción agravada por uso de arma, todo como autor.

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