El Plan Houston: cuando Alfonsín reglamentó la Ley de Hidrocarburos

El gobierno que retomó la democracia en 1983 tuvo una política petrolera que mantenía la hegemonía de YPF y los contratos de obras y servicios con los privados. Carlos Menem cambia la estrategia cuando lo reemplaza a Raúl Alfonsín en la Presidencia.
La política del gobierno de Raúl Alfonsín aplicó por primera vez los principios de la Ley 17.319 -modificada en 2014 para añadir regulaciones a los no convencionales y el offshore. Pese a haber sido sancionada en los sesenta, Argentina permanecía con una hegemonía de YPF, salvo los contratos bajo Código Minero, y contratos de servicio a los privados.
El Plan Houston, implementado en 165 áreas tanto con exploración exitosa como muchas otras inexploradas, pretendió convocar a inversores privados con experiencia en el terreno de los hidrocarburos y firmar contratos de asociación con YPF. Así lo repasa Jorge Lapeña, ingeniero y ex secretario de Energía, en su libro "La energía en tiempos de Alfonsín", una publicación extensa y rigurosa sobre la política petrolera de ese gobierno radical.
"El nuevo gobierno debió enfrentar entonces como tema urgente el problema de la renegociación. En el perentorio plazo de ciento veinte días, el gobierno democrático revisó lo actuado y renegoció algunas cláusulas pactadas con el gobierno militar", escribe Lapeña en su libro.
En aquel tiempo, la actividad de perforación en Argentina era importante, con 950 perforaciones anuales en esa década de los ochenta. A ese ritmo, llegó a ser el tercer país después de Estados Unidos y Canadá, un ranking al que se sumaría China. Además, junto a Venezuela e Indonesia, Argentina se ubicaba entre los países con mayor actividad petrolera.
"El sistema funcionaba desde 1967 bajo el régimen de la Ley de Hidrocarburos 17.319, sancionada por el gobierno militar de Juan Carlos Onganía sin la intervención del Congreso que estaba cerrado. En sus disposiciones, la ley contemplaba las concesiones, pero estas ya no eran a perpetuidad como las del Código de Minería, sino Concesiones Temporales de Explotación que tenían una duración limitada a veinticinco años y que contemplaban una activa presencia en la explotación de los yacimientos del Poder Concedente que era el Poder Ejecutivo (en la práctica, a través de la Secretaría de Energía de la Nación)", describe Lapeña.
La figura de concesión que había establecido la ley de hidrocarburos no había sido usada, sino que seguía usando los preceptos de la ley 14.773 de 1958 que nacionalizó el dominio del petróleo. Las empresas privadas solamente participaban a través de contratos de obras y servicios.
Al inicio del gobierno de Alfonsín, había cinco contratos en Chubut, donde el principal era el firmado con Amoco -que había sido firmado por Arturo Frondizi y anulado por Illia, y luego nuevamente renegociado. Este contrato representó el 80% de los firmados en la provincia del Chubut.
En el caso de Santa Cruz, eran siete los contratos con Amoco, Astra, Bridas y Pérez Companc. Neuquén con siete contratos con esas mismas empresas además de Pluspetrol. Río Negro tenía cinco, siendo las más importantes Pérez Companc y Bridas. Y en Mendoza había siete más.
"En resumen, la producción por contratos de servicios era, a fines de 1983, un 30% aproximado del total producido por YPF. El 70% restante era producido en forma directa por YPF. El número de contratos alcanza en todas las cuencas argentinas a treinta y cinco", apunta el ingeniero en su libro.
"Las bases legales con las cuales se implementó la política exploratoria del Plan Houston fueron los dos decretos del Poder Ejecutivo que tuvieron por objeto reglamentar la Ley de Hidrocarburos para llevar adelante la misma. Particularmente se reglamentaron los artículos 2, 11 y 95 de la misma. El decreto 1443/85 tiene fecha 5 de agosto de 1985, el decreto 623/87 se firmó el 24 de abril de 1987", repasa Lapeña.
En las rondas licitatorias en Estados Unidos se firmaron 33 contratos hasta 1989. Curiosa fue la reacción del gobierno de Carlos Menem al asumir, aunque tiempo después cambiaría su estrategia. Al tomar mando del gobierno, continuó el Plan Houston porque cuando fue gobernador firmó un convenio con la gestión de Alfonsín para buscar crudo en La Rioja.
Lapeña cuenta el final del Plan Houston: Menem cambió el nombre a Plan Argentina, las empresas pasaron a adquirir la libre disponibilidad del petróleo que descubrieran, suspendió los concursos públicos y suprimió el derecho de asociación con YPF. "Habíamos vuelto a foja cero", concluyó.

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