"El viernes se agarró de una pared para caminar"

La periodista Liliana Caruso trabajó 8 años con el conductor que murió este domingo luego de dar positivo de Covid-19.

Una gran conmoción generó la repentina muerte del periodista Mauro Viale a los 73 años tras sufrir un paro cardíaco en el Sanatorio de Los Arcos. El conductor de A24 y América había recibido la primera dosis de la vacuna contra el COVID-19 el jueves pasado. Dos días después se hizo un hisopado, que le dio positivo. Fue trasladado a la terapia intensiva de la clínica por un cuadro de neumonía bilateral. El domingo por la noche su salud se complicó y falleció.

Liliana Caruso dio detalles de cómo fueron las últimas horas que compartió el viernes con su compañero de A24. “Es muy shockeante lo que pasó. Yo comparto programa con Mauro desde hace ocho años, que son los que estoy en el canal. He tenido muchas diferencias y peleas, pero es un compañero de trabajo con el que compartimos muchas cosas, aprendimos muchas cosas. Mauro empezaba desde temprano a ver los temas y preparar el programa. Era un tipo que te sacaba un programa con dos cositas que tenías y te hacía un programón”, aseguró la periodista en un mensaje de audio que pasaron en Los Ángeles de la Mañana.

“El viernes no lo vi bien y le pregunté muchas veces al aire cómo estaba. Se lo pregunté apenas llegué al canal porque lo vi muy pálido. Por primera vez vi que para caminar se agarró de una pared, cuando Mauro siempre fue una persona erguida, derecha, con postura. Me llamó la atención eso y me dijo que era por los efectos de la vacuna que le habían dado sueño y cansancio, que era eso y nada más”, explicó Caruso.

DESPUES DE LA VACUNA

El conductor había recibido la primera dosis de la vacuna contra el coronavirus el jueves pasado y relatado su experiencia en su ciclo. “Hoy fui a vacunarme y lo primero que hicieron fue tomarme la temperatura. Ahí me avisaron que podía llegar a darme fiebre. Están meta llamarme para preguntarme si tuve fiebre porque es muy peligroso que la vacuna actúe con ese efecto secundario. No tengo fiebre”, indicó el periodista la semana pasada.

La periodista recordó la última conversación que mantuvo antes de su internación en el Sanatorio de Los Arcos: “Incluso tuve una última charla donde le dije: ‘Mauro, andá a descansar’. Me dijo: ‘Sí, sí, ahora voy’ y siguió hablando del programa del domingo que era el programa de ayer, en el día en que nos dejó. Tenía que hacer su programa de cinco horas”.

“Es shockeante, no puedo creer que de la nada el viernes parecía que había envejecido diez años en un minuto. Como que estaba muy cansado. Así y todo creo que murió en su ley, aguantó trabajando hasta el último día. Nosotros creíamos que era un Highlander, que nunca le iba a pasar nada porque en ocho años faltó dos veces nada más y por razones de fuerza mayor. Podrás tener muchas diferencias con él y peleas, pero era una persona muy convincente en algunas cosas, tenía sus propias ideas. A la gente le gustaba venir a su programa. Otros decían que levantaba la voz y que maltrataba, pero así y todo la gente lo veía. Mauro tenía un encanto particular que la gente lo elegía. Su vida fue así, estaba marcada por estas contradicciones. Lo querían todos. Él quería romper la grieta y por eso invitaba a todos a su programa. Lograba notas desde mucho antes que todos la pudiéramos lograr. Ese era Mauro, se lo va a extrañar”, cerró Liliana Caruso.

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