El Ministerio de Salud de la Nación registró este martes diez nuevas muertes por coronavirus y 124 contagios en las últimas 24 horas. Así, la cifra del total de infectados en todo el país ascendió 4127 y las víctimas fatales suman 207.
Esta tarde se confirmó la muerte de otra trabajadora del sistema de salud de la provincia de Buenos Aires. Elena Rojas, de 62 años, falleció en el Sanatorio San Carlos, recientemente intervenido por el Estado después de comprobarse una larga lista de irregularidades en el manejo de la pandemia.
Formosa y Catamarca son las únicas jurisdicciones que hasta el momento no han presentado enfermos por coronavirus.
En el reporte matutino, el Ministerio de Salud comunicó que durante la jornada del lunes fueron realizadas 1.700 nuevas muestras y desde el inicio del brote se realizaron 53.600 pruebas diagnósticas para esta enfermedad, lo que equivale a 1.181,2 muestras por millón de habitantes.
También que, hasta hoy, el número de casos descartados es de 41.559 (por laboratorio y por criterio clínico/epidemiológico). Las principales franjas etarias afectadas de los casos registrados corresponden a personas de entre 20 y 59 años, siendo la edad promedio de 43 años. A la fecha, el total de altas es de 1.162 personas.
En el mundo se registraron hasta este martes 3.094.829 contagios por coronavirus, de los cuales 215.461 personas fallecieron y 920.044 lograron recuperarse.
LA VUELTA A CLASES
El tema del regreso a clases es problemático en todo el mundo. España y Francia, dos de los países más afectados por el coronavirus, presentaron hoy planes de liberación gradual de actividades con el reinicio de las clases como una de las medidas más controvertidas, mientras Australia y Nueva Zelanda relajaron sus restricciones tras controlar sus brotes.
Pero al otro lado del planeta, Brasil está convirtiéndose en uno de los epicentros de la pandemia, mientras crecen las dudas sobre si Japón podrá ser sede de los ya pospuestos Juegos Olímpicos el año próximo si para entonces no hay una vacuna contra el virus.
En todo el mundo, una de las cuestiones clave es cuándo podrán abrirse las escuelas como parte del levantamiento gradual de cuarentenas para permitir la reactivación de las golpeadas economías.
Aunque parece que el coronavirus afecta menos seriamente a los niños que a los adultos, autoridades sanitarias, docentes y padres están preocupados por el riesgo para la salud que podría acarrear la reapertura de las escuelas.
Pero también muchos padres tendrían serios problemas para volver a trabajar sin un lugar seguro adonde dejar a sus hijos.
En España, el presidente del gobierno, Pedro Sánchez, anunció un programa de flexibilización de la cuarentena en cuatro etapas de dos semanas cada una, que se pondrá en práctica en forma “asimétrica” según la situación de la pandemia en cada región.
Las clases en general fueron aplazadas hasta septiembre, cuando se iniciará el próximo año lectivo, y solo en la tercera fase podrán abrir establecimientos para niños menores de 6 años cuyos padres deban salir a trabajar y aquellos que realizan pruebas de ingreso a universidades.
En Francia, el primer ministro, Édouard Philippe, presentó ante el parlamento un plan de reanudación gradual de actividades, que incluye la vuelta a clases el 11 de mayo para las escuelas primarias, el 18 para las secundarias -chicos entre 11 y 14 años- y universidades y en junio para los liceos, instancia previa a la universidad, para alumnos de entre 14 y 18 años.
Los padres podrán decidir si mandan o no a sus hijos a la escuela.
En Alemania, los gobiernos de los 16 estados federados acordaron que las clases se reanudarán dependiendo de la evolución del brote en cada una de las regiones, de las necesidades educativas de cada grupo de alumnos y de las posibilidades de los colegios.