La población de Río Gallegos observa con asombro el incremento de tiburones en sus costas. El Ing. en petróleo y ambientalista, Eduardo D´elia se refirió a los desechos de las empresas frigoríficas vertidos en la costanera como el principal atractivo para el acercamiento de esta especie.
“Es un tema que lleva muchos años de esta desaprensión por parte de los frigoríficos y los entes de control”, señaló el especialista en medio ambiente, quien remarcó que “el vertido de sangre provoca problemas que la gente no se da cuenta pero son graves”.
“La gente solo ve el aspecto desagradable, pero va más allá de eso porque la sangre en la ría provoca la atracción de tiburones gatopardo, una especie en extinción que está en nuestra Patagonia”, sostuvo el ambientalista en diálogo con Tiempo FM.
D´elia señaló que “estos tiburones pueden sentir estos derrames de sangre de 100 a 300 km de distancia y llevan a una depredación de los pocos peces y la fauna marina que tenemos en nuestro río”. “Al no tener alimento tiene que regresar a un lugar para encontrar alimento”, advirtió el ingeniero.
Más tarde, expuso que “los desechos de los frigoríficos tapan las bombas de la ría local, que lleva a que se paren y arrojen los desechos lleguen a la costa de la ría”.
“Hasta que las bombas se destapan y normalizan el servicio, emanan sangre por periodos prolongados que llevan a olores desagradables y el perjuicio de una especie en extinción como es el gatopardo”, explicó D´elia.
“Al estar al límite de dos jurisdicciones y nadie se hace responsable al respecto”, sentenció el ambientalista, que espera que “se tomen decisiones y pueda hacerse algo al respecto”.