Autoridades griegas descubrieron que numerosos inmigrantes en Turquía se encuentran concentrados en las ciudades costeras del oeste del país, “como si estuvieran listos para cruzar hacia las islas vecinas de Grecia en el Mar Egeo”, indicaron fuentes del gobierno al diario Kathimerini, citado por DPA.
Además, detallaron que el movimiento de migrantes hacia la costa turca está siendo facilitado y regulado por la policía y la gendarmería turcas, lo que hace considerar que Turquía implementará su plan a partir de los cruces de Pazarkule o Kastanies, a los que han sido transportados desde campos de detención en el interior de Turquía.
Según el medio helénico, gran parte de la información a la que accedieron las autoridades griegas proviene de fuentes abiertas, como las ONG que participan en las labores de rescate en el Mediterráneo, citando declaraciones de los propios afectados, según el medio.
Esto no solo genera un riesgo, sino que pone en tensión las relaciones entre ambos países en torno a la distribución de migrantes.
Grecia tiene sus propios campos de refugiados en condiciones de hacinamiento y falta salubridad desde mucho tiempo antes que el brote de la pandemia.
La llegada de refugiados infectados al país podría hacer colapsar las frágiles medidas que tomó Grecia a principios de mes para intentar mitigar un brote exponencial del Covid-19 tanto en los campos del Egeo como en el resto del país.
Grecia cuenta al día de hoy con 2.081 infectados por coronavirus y 93 muertos, mientras que el brote en Turquía es mucho mayor: ayer registró 5.138 nuevos casos, elevando el total a 52.167 desde que registró su primera infección confirmada exactamente un mes antes. Ayer también hubo 95 muertes y llegó a un total de 1.101 decesos.
A principios de abril sonó una alarma: 20 residentes del campamento de refugiados y migrantes de Ritsona, al noreste de la capital Atenas, dieron positivo por coronavirus, por lo que el Ministerio de Migración griego ordenó poner en cuarentena a las 2.000 personas que viven en el campo.
En las islas del mar Egeo, donde se halla la mayor parte de los campos de refugiados, la preocupación por la propagación del coronavirus es manifiesta.
A mediados de marzo, las ONGs Oxfam Intermón y el Consejo Griego para los Refugiados (CGR) alertaron sobre los riesgos de que el brote llegue a los campos de acogida de Lesbos, Quíos, Samos, Leros y Kos, donde unos 40.000 refugiados se encuentran en condiciones de hacinamiento, sin acceso al servicio sanitario.