“Compañeros Peronistas: Pocos podrán imaginar la profunda emoción que embarga a mi alma ante la satisfacción de volver a ver de cerca a tantos compañeros de los viejos tiempos. Como a tantos compañeros nuevos de una Juventud maravillosa que tomando nuestras banderas para el bien de la patria, están decididos a llevarlas al triunfo”.
Así comenzaba el texto que entonces había escrito de puño y letra el general, dirigido a la militancia que había resistido dictaduras y diversos oprobios que de todos modos no impidieron la pérdida de identidad de un movimiento que recientemente ha dado muestras de estar más vivo que nunca en el imaginario argentino.
“Como en los viejos tiempos, quiero pedir a los compañeros de antes y de ahora que dando el mejor ejemplo de cordura y madurez política,nos mantengamos todos dentro del mayor orden y tranquilidad. Mi misión es de paz y no de guerra”, decía Perón.
En esa misiva, daba cuenta de que su exilio era producto “de un revanchismo que no ha hecho más que perjudicar gravemente a la nación”.
“Nunca hemos sido tan fuertes .En consecuencia ha llegado la hora de emplear la inteligencia y la tolerancia porque el que se siente fuerte suele estar propicio a prescindir de la prudencia. El pueblo puede tolerar porque en él es innata la grandeza. Los hombres no solemos estar siempre a su altura moral, pero hay circunstancias en que el buen sentido ha de imponerse. La vida es lucha y renunciar a ésta es renunciar a la vida, pero en momentos como los que nuestra patria vive, esa lucha ha de realizarse dentro de una prudente realidad”, sostenía el tres veces Presidente.
Desde que todos somos argentinos, tratemos de arreglar nuestros pleitos en familia porque si no serán los de afuera los beneficiarios. Que seamos nosotros ,los peronistas, los que sepamos dar el mejor ejemplo de cordura”, concluía.
LA MITICA GENERACION
“Tal vez la mítica generación del 70, la generación del retorno que el viejo y sabio general llamaba la generación de emergencia y de excepción, se explique toda entera desde la simple vivencia de aquel 17 de noviembre de 1972 y su estoica marcha a Ezeiza bajo esa lluvia de intensidad inusitada. Tal vez la mítica generación del 70 se explique toda entera desde esa sencilla frase del mejicano Octavio Paz: ‘quien ha visto la esperanza no la olvida, la busca bajo todos los cielos y en toda la gente’”, cita Lofrano.
La dirigente de Ajurpe también señala que “en este nuestro gran día, con la marchita sangrando como una música irremediablemente en su honor exigiendo como él lo decretó que el gobierno haga lo que el pueblo quiere; por esa férrea voluntad por el mandado de las urnas con Alberto y Cristina Fernández leales a su doctrina. Ayudemos a reconstruir nuestro país del desastre que nos van a dejar. Este gobierno actual es el peor de nuestra historia”.