El jefe comunal de Río Gallegos, Pablo Grasso, había dado positivo de COVID-19 el martes 18 de agosto y permanecía cumpliendo aislamiento en su domicilio particular, pero al agravare su estado de salud, quedó internado alrededor de las 14 de este viernes en el Hospital Regional de la capital santacruceña.
El diario La Opinión Austral reportó en su edición digital que el intendente fue trasladado al centro asistencial para ser sometido un nuevo chequeo médico al agravarse su cuadro clínico y tras practicársele una tomografía, los médicos dispusieron que debía quedar internado en sala de pacientes contagiados.