El inicio de las audiencias de este lunes tuvo dos suspensiones. La primera de ellas en el mes de mayo porque la familia de la víctima no había sido notificada y la segunda, el martes de la semana pasada porque Daniel Isaac Robles, de 44 años, no fue notificado ya que la policía no lo halló en su domicilio.
Esto hizo que el tribunal de la Cámara del Crimen ordenara su inmediato arresto para asegurar su presencia este lunes, pero luego dejó sin efecto esa directiva cuando el acusado justificó haber estado trabajando en tareas generales.
Se le imputa a Robles el delito de homicidio culposo agravado por conducir en estado de ebriedad ya que el test que se practicó indicó que tenía una graduación de algo más de 2,30 gramos de alcohol por litro y además lo hacía de manera imprudente en una mañana de lluvia.
El luctuoso suceso ocurrió minutos después de las 8 de la mañana del 24 de junio de 2023 en la avenida Eva Perón, frente al Hospital Zonal, cuando Robles conducía un automóvil VW Trend en sentido norte-sur y atropelló a Julia Casas, de 77 años, quien cruzaba caminando la avenida, casi en la esquina con calle Gregores.
La víctima, quien se había jubilado como jefa del Registro Civil, fue trasladada al Hospital Zonal pero falleció cuando se encontraba en la Unidad de Terapia Intensiva, producto de las graves heridas sufridas, entre ellas un severo traumatismo de cráneo.
SE ABSTUVO DE DECLARAR
El tribunal que juzga a Robles está conformado por Mario Albarrán (presidente), Juan Pablo Olivera y Griselda Bard, ante quienes el imputado suministró sus datos filiatorios pero se abstuvo de declarar en torno al trágico suceso, aconsejado por sus abogados defensores particulares, Marcelo Fernández y Edgardo Edelcopp.
La familia de la víctima no tiene abogado defensor, por lo cual la querella virtualmente es asumida por el fiscal general Carlos Rearte.
En la primera audiencia hubo varios testimonios, entre ellos el de una policía de apellido Saucedo, quien pertenece a la División Comisaría de la Mujer y fue una de las primeras integrantes de la fuerza de seguridad provincial en arribar al lugar.
Por su parte, previo al inicio del juicio, Claudio Cruz, uno de los hijos de la víctima, reiteró ante varios medios periodísticos que la familia pide una pena no menor de tres años y de cumplimiento efectivo.
“No puede ser gratis matar a alguien en un accidente automovilístico porque de lo contrario es como dar permiso para hacerlo”, subrayó, reparando además que mientras su familia sigue cargando con el dolor de haber perdido a un ser querido, el imputado goza de su vida normal, sin ninguna restricción.