La justicia de la Ciudad de Buenos Aires está investigando si el Rolex del músico británico Liam Payne, que murió en un hotel del barrio de Palermo, fue robado.
Liam, fallecido el 6 de octubre a los 31 años, usó el reloj al menos dos o tres horas antes de caer desde el balcón de su habitación del tercer piso del hotel CasaSur. Pero cuando la policía inspeccionó su cuerpo, Liam ya no tenía el Rolex.
Fuentes policiales citadas por el diario La Nación dijeron: "Sabemos, por las imágenes analizadas, que Payne llevaba un Rolex el día de su muerte. Lo llevaba en una de sus manos y lo tuvo durante al menos dos o tres horas antes de caer al vacío".
"Lo buscamos en la habitación del hotel CasaSur donde estaba hospedado y no lo encontramos", agregó la misma fuente.
"El reloj fue buscado en las casas de las personas acusadas de los delitos de abandono de persona y suministro y facilitación de estupefacientes y en las casas de las dos mujeres que estaban con Payne en la habitación la tarde de su muerte".
En la investigación de las causas de la muerte del músico se clausuró la habitación en la que se hospedó Payne, se revisaron 800 horas de grabaciones de cámaras de seguridad y se interrogó a 20 testigos. En la investigación "se descubrieron conductas ilícitas a partir de las cuales tres personas fueron imputadas", señaló la fiscalía.
Una de las personas involucradas en la causa fue el acompañante cotidiano de Payne durante su estadía en Buenos Aires, a quien se le imputa por abandono de persona seguido de muerte (un delito que prevé penas de 5 a 15 años) y por suministro de estupefacientes, señala el texto.
El segundo imputado es un empleado del hotel que, según la fiscalía, "debe responder por dos suministros comprobados de cocaína a Liam Payne", y el tercero es otro proveedor de estupefacientes que está "imputado de otros dos suministros claramente comprobados durante dos momentos diferentes del 14 de octubre".
El fiscal Andrés Madrea consideró que "más allá de la contundencia probatoria que se logró hasta el momento (...) se debe continuar la investigación" y destacó que "aún está en curso el desbloqueo de la netbook personal de la víctima -que está averiada- y otros aparatos incautados".
El músico británico había consumido alcohol, cocaína y un antidepresivo antes de morir al caer de un balcón de su hotel en Buenos Aires, se informó en un comunicado la justicia argentina, que por los hechos imputó a tres personas.
En las primeras conclusiones publicadas este jueves, la fiscalía informa que las lesiones que presentaba Payne eran compatibles con las producidas por caída en altura y que se descartaban las autolesivas, así como también "la intervención física de terceras personas".
"Payne no estaba plenamente consciente o atravesaba un estado de disminución notoria o abolición de la conciencia al momento de la caída", dijo la fiscalía. Para los investigadores "esa situación también descartaría la posibilidad de un acto consciente o voluntario por parte de la víctima, ya que, en el estado en el que atravesaba, no sabía lo que hacía ni podía entenderlo".
Los restos del músico fueron trasladados el miércoles a Reino Unido en un vuelo en el que también viajó su padre, Geoff Payne.