Un joven admitió haber violado a una chica que, tras una salida nocturna, se encontraba en estado de ebriedad y en un juicio abreviado fue condenado a seis años de prisión que ya comenzó a cumplir.
El ataque se registró en la madrugada del 17 de junio de 2019 en un domicilio de Cipolletti donde concurrió la víctima identificada como LIA con una amiga que era la novia del dueño del inmueble.
Allí también se encontraba JNV, el acusado, quien aprovechando que la joven se durmió con la profundidad que provoca el consumo de bebidas alcohólicas le sacó la ropa, se colocó un preservativo y la accedió vía vaginal.
La muchacha se despertó al sentirse ultrajada e intentó desprenderse y le dijo “no, no, no”, pero él la volvió a penetrar hasta provocar la eyaculación, indica el fallo dictado recientemente en forma unánime por el tribunal integrado por María Florencia Caruso y Laura González Vitale y Marcelo Gómez
Luego hizo la denuncia por la recomendación de la tía de otra amiga, a quien fue a ver a su casa tras el hecho.
En una audiencia realizada a fines del año pasado la fiscal Rocío Guiñazu; el abogado querellante Agustín Aguilar y el defensor Juan Piombo informaron que habían llegado a un acuerdo y pidieron que el proceso se cerrara en un juicio abreviado, que requirió la confesión del acusado. La carencia de antecedentes penales permitió aplicar la medida.
La jueza Caruso, a cargo del voto rector y la adhesión de sus colegas, destacó que “la decisión de las partes ha sido acertada en este caso” y valoró haber escuchado el requerimiento de la víctima “que solo quería que V. se haga responsable, que tenga una pena y que se cierre este capítulo de su vida”. Su familia también estuvo de acuerdo con la resolución.
En cuanto a la evidencia incriminante, la magistrada sostuvo que es “un hecho que está claro, desde el punto de vista de la prueba” y remarcó los aportes de dos psicólogas que trataron a la chica que, además de manifestar que no reveló “tendencia a la fabulación y/o mendacidad”, resultó “muy afectada”.
Añadió que la joven padece ataques de llanto cada vez que habla del tema, sufre ansiedad y ataques de pánico y siente culpa, temor y desconfianza. Resaltó también que una de las profesionales indicó que como modo de defensa “se tapó de actividades”, como trabajo y estudio, para no angustiarse.
“NO QUISO LASTIMAR A NADIE”
Si bien el hecho ocurrió a mediados de 2019 la causa judicial se cerró en diciembre de 2022 luego de varios intentos por alcanzar un acuerdo entre las partes. En el fallo conocido recientemente se indica que el acusado no prestaba conformidad.
Finalmente accedió y en el acuerdo la fiscal Guiñazú tuvo en cuenta que el hombre no tiene antecedentes penales, por lo que habilitó a las partes a consensuar el mínimo legal para este tipo de delito, consistente en seis años de cárcel efectiva.
Además, mencionó que V es un hombre joven y que con el juicio abreviado en el que aceptó su culpa, “se intentó buscar una salida justa y acorde a las necesidades de la víctima”, quien al igual que su familia quisieron que el proceso “culmine de esta manera”.
Se consideró asimismo que el condenado, además de haberse hecho cargo del hecho, pidió perdón.
La sentencia destaca que expresó que “no quiso lastimar a nadie” y que “era muy joven” cuando todo ocurrió.
En cuanto a la pena, convinieron que debía presentarse el 21 de diciembre del año pasado para ser trasladado a un establecimiento penal. El tribunal sugirió el de Viedma por ser el lugar más adecuado por el tipo de delito, ya que posee un pabellón para ofensores sexuales.