Las familias de las víctimas de la masacre de Villa Crespo realizarán por separado las ceremonias para Laura Leguizamón, su esposo y sus hijos de 15 y 13 años, luego de conocerse los resultados de las autopsias.
Así lo confirmaron allegados a las víctimas, quienes detallaron que las despedidas se organizarán de forma independiente por respeto al dolor de cada núcleo familiar y ante las diferencias personales surgidas tras el brutal hecho.
La familia Seltzer será la encargada de despedir a Adrián y sus hijos, Ian e Ivo, mientras que Nora Leguizamón, hermana de Laura, quien es señalada como autora del triple crimen, asumirá la organización del velorio de la presunta autora del crimen.
La decisión de realizar velorios por separado se tomó tras extensas conversaciones entre los allegados, atravesadas por el profundo impacto emocional que dejó la tragedia. Hasta el momento, la principal línea de investigación es la de un triple homicidio seguido de suicidio.
Sin embargo, persiste el interrogante sobre el verdadero estado de salud mental de Laura Leguizamón al momento del crimen. Trascendió entre las fuentes vinculadas al caso, que el psiquiatra de Leguizamón confirmó que la mujer estaba bajo tratamiento y que incluso se barajaba la posibilidad de internarla, Pero, según la versión, la paciente se oponía.
Con el paso de las horas fueron conociéndose detalles de la brutal masacre, como la carta hallada en el interior del departamento del sexto piso “A” del edificio de la calle Aguirre 295, en Villa Crespo.
Era un papel manchado con sangre que parecía que fue escribo en varios momentos. Mezcla letras cursivas con imprenta. Pero hay un mensaje que resalta sobre los otros, en el medio de la hoja. “Íbamos a la calle”, se lee en el mensaje principal, escrito justo en el medio de la carta con letras en mayúscula y minúscula en dos de las palabras. En el centro esta manchada con sangre. El color de tinta utilizado es negro.
Alrededor de este mensaje hay varias frases escritas supuestamente por Leguizamón. “Con lo que íbamos a pasar”, “todo mal, muy perverso” y “les arruinaba la vida”, se lee escrito en cursiva. En la parte de abajo de la hoja está escrito el patrón de seguridad para el ingreso al teléfono celular de la mujer. “Mi tel es ´L”, señaló. Se cree que en el margen derecho de la hoja estén las claves de los teléfonos de su esposo y también el de sus hijos.
Hasta el momento se sigue trabajando en la investigación, que permitirá precisar todo lo que ocurrió. Y se conoció que en la casa la policía secuestró una caja vacía sin blíster de sertralina rospaw, un antidepresivo; una caja midax, que es un medicamento antipsicótico, y olanzapina, que se utiliza con pacientes que padecen esquizofrenia.