En la superficie, Mercado Libre es el emblema del éxito latinoamericano: tecnología, innovación y expansión regional. Pero detrás de ese brillo hay un engranaje menos glamoroso: beneficios impositivos, evasión y trabajadores precarizados.
Marcos Galperin volvió a mostrar su talento innato para transformar cada cambio normativo en una ventaja empresarial. Hasta hace poco, el período de prueba en Argentina duraba tres meses: un margen para que la empresa evaluara al empleado antes de "efectivizarlo". Con la reforma laboral de Javier Milei, primero vía DNU y luego con la Ley de Bases, ese período se extendió a seis meses, y hasta ocho o doce en ciertas pymes.
Así, Galperin encontró la excusa perfecta para que miles de jóvenes pasen por Mercado Libre como por una puerta giratoria: entran, trabajan, se desgastan y, antes de llegar al umbral de la indemnización, se van. El ahorro es monumental: sin vacaciones, sin licencias pagas, sin indemnizaciones.
LOS BENEFICIOS EN NUMEROS
En Argentina, Mercado Libre emplea a más de 13.500 personas; en la región, la cifra trepa a unos 80.000. Nadie sabe con precisión cuántos quedan en el camino, pero testimonios de extrabajadores describen un sistema de contratos eventuales, despidos por teléfono y una rotación planificada, que renueva parte de la plantilla cada seis meses.
Entrar a trabajar en Mercado Libre es una apuesta de tiempo y energía con un resultado incierto. El proceso de selección incluye seis instancias, tests cognitivos y técnicos, entrevistas con líderes técnicos, dinámicas grupales y chequeo de referencias. Cada paso es largo, demandante y sin garantías. "Más de una vez sentís que estás jugando a un multiple choice sobre tu futuro laboral", contó a LPO uno de los contratados por un semestre.
El trabajador que supera las exigencias de ingreso a Mercado Libre cree estar viendo un empleo formal, y lo que se lleva a casa es un contrato con fecha de vencimiento oculta.
"Durante todo el proceso sos evaluado y calificado, sin saber realmente cuál será tu destino. Aun cuando lográs terminarlo, podés quedar a la deriva esperando que algún equipo abra un cupo: días, semanas o incluso meses sin certezas", relató la fuente consultada.
El ingreso a un equipo tampoco ofrece estabilidad. Hay quienes al día uno ya tienen tickets en Jira, otros que pasan meses de onboarding, algunos entran en guardias técnicas a las pocas semanas y otros recién meses después. Y son los "privilegiados" de las áreas tecnológicas.
Para quienes trabajan en logística y depósitos la realidad es implacable: capacitación intensa, trabajo duro y a los seis meses en la calle, gracias al DNU de Milei.
VIVIR EN URUGUAY PARA NO TRIBUTAR
Mercado Libre se consolidó a partir de la Ley de Software y la Ley de Economía del Conocimiento del kirchnerismo, con rebajas impositivas de hasta el 70 % en contribuciones y el 60 % en Ganancias. Pero como no le alcanzó con esos privilegios, Galperin fijó domicilio fiscal en Uruguay para no pagar el impuesto a la riqueza y otros tributos con su fortuna personal. Hasta Marcelo Mindlin lo cuestionó.
El combo es redondo: menos impuestos, más beneficios y, ahora, trabajadores descartables forzando el nuevo paraguas legal.
"El espíritu del decreto, que busca favorecer el empleo Pyme aparece violado por una multinacional que lo usa para precarizar trabajadores", analizó en diálogo con LPO un abogado laboralista.
En efecto, el trabajador que supera las exigencias de ingreso a Mercado Libre cree estar viendo un empleo formal, y lo que se lleva a casa es un contrato con fecha de vencimiento incorporada.
Fuente: LPO