Monjas denunciaron a su confesor por abuso sexual

El abusador había pedido detención domiciliaria y presentado al arzobispo porteño Mario Poli como aval; la Justicia no le concedió el beneficio.

Un cura acusado de abusar sexualmente de al menos dos monjas de la Congregación Hermanas de San José, que lideraba, se encuentra a la espera del inicio del juicio oral y detenido en Ezeiza, luego de que la justicia rechazara el pedido de prisión domiciliaria que había solicitado y para la cual el arzobispo de Buenos Aires, Mario Poli, se había ofrecido como aval.

Las religiosas, que presentaron sus denuncias ante la justicia penal y también ante las autoridades eclesiásticas, brindaron testimonio en televisión y relataron los años de abusos que vivieron a merced de Manuel Pascual en dos sedes de la Congregación, una ubicada en Núñez y otra en provincia de Buenos Aires, donde se realizaban retiros espirituales.

El caso está a cargo del Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional Nº 48, a cargo de Javier Sánchez Sarmiento, que dictó la preventiva a Pascual. De momento, el sacerdote está procesado por dos casos de abuso sexual; de acuerdo con la denuncia, los casos se habrían registrado al menos entre 2012 y 2016.

Sigue cumpliendo con la prisión preventiva en el penal de Ezeiza, pero había solicitado acceder al beneficio de la prisión domicilaria y cumplirla en el Hogar Sacerdotal “Monseñor Mariano Antonio Espinosa”, una casa de la iglesia que acoge a curas porteños presuntamente viejos, enfermos y sin recursos económicos, y en la que, de tanto en tanto, celebra misa el propio Poli. El hogar, según informa la Agencia Informativa Católica, “es regenteado por las hermanas de Caridad del Buen y Perpetuo Socorro, que cuidan a más de treinta sacerdotes residentes”.

El miércoles por la noche, luego de emitido el programa en la tv, el Arzobispado porteño reconoció que había recibido “denuncias contra el Pbro. Manuel Pascual por presunto abuso sexual con personas mayores de edad”. En un comunicado en el que no hizo mención al ofrecimiento del arzobispo de ser aval para la prisión domiciliaria del imputado –algo que la Cámara del Crimen rechazó-, el organismo eclesiástico reconoció que en enero de 2018 “luego de un período de indagación” Poli “dispuso una Investigación” preliminar que luego fue asumida por el área del vaticano encargada de abordar los casos de abuso, la Congregación para la Doctrina de la Fe. En su comunicado, el Arzobispado asegura que desde el comienzo del “proceso penal estatal” respondió a los requerimientos judiciales.

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