Murió el abuelo de las golosinas y se comprobó que era un violador de menores

Fue hallado culpable de drogar y abusar sexualmente de dos hermanas menores de 10 y 11 años en La Plata. En Cipolletti se había cambiado el nombre.

Escalofriante. Indignante. Atroz. Sorprendente. Bestial. Inspiraba ternura y era una hiena. Un anciano conocido como 'Leo', famoso entre los residentes de Cipolletti por vender golosinas en una esquina transitada, murió el pasado sábado en el hospital local debido a una afección cardíaca. Durante años, el abuelo había estado ocultando un oscuro secreto detrás de su rostro amigable y su actitud humilde.

Con una gorra negra y gafas del mismo color, Leo afirmaba ser un jubilado de un banco de Mar del Plata allí sobre calle Alem donde se apostaba con su modesto negocio ambulante. Decía que su jubilación, junto con lo que ganaba vendiendo golosinas, era suficiente para mantenerse. La gente lo veía con simpatía, algunos hasta sentían pena y se ofrecían a ayudar al 'abuelito de las golosinas'. Sin embargo, todo cambió tras su muerte.

Según publicó el portal misnoticias.com.ar esta persona falsificó sus datos y tras su muerte se pudo conocer que se trataba de un prófugo que un importante prontuario. Estaba acusado de violar y fotografiar a menores de edad. El último caso fue en La Plata.

SUI VERDADERO NOMBRE

Su nombre real era Alfredo Jorge Campanella, acusado de violar a dos menores en un hotel alojamiento hace varios años.

La justicia penal de La Plata en el 2017 le había dictado la prisión preventiva a Campanella, un publicista que en aquel momento fue acusado de drogar y abusar sexualmente de dos hermanas menores de 10 y 11 años en un hotel de La Plata.

La investigación del Gabinete de Criminalística de Cipolletti, utilizando el sistema Fibios (Centro de Investigaciones Biomoleculares para reconocer un ADN), permitió identificar a Leo como Campanella. Los crímenes por los cuales se le imputaba eran escalofriantes. Antes de someter a las menores, las llevaba a lugares de entretenimiento como el cine y la República de los Niños. Luego, se registraba en hoteles alegando que las niñas eran sus sobrinas, solo para después violarlas y fotografiarlas.

El caso conmocionó a la comunidad de Cipolletti, que nunca sospechó la verdadera identidad del hombre que, a pesar de su apariencia amigable, estaba huyendo de una posible condena de hasta 50 años de prisión. 'Nunca quiso fotos ni propaganda,' recordó Miguel Angel Parra, periodista de MisNoticias.com.ar.

Este portal también intentó conocer su historia alguna vez y el hombre cuya historia espeluznante ahora se volverá viral también se opuso con el mismo argumento.

"No necesito ni quiero difusión, soy muy reservado", alegó palabras más, palabras menos.

NIÑA DENUNCIO QUE SU ABUELO LA VIOLABA

En otro caso que días pasados sacudió a la Patagonia, una niña pudo relatar en la escuela que su propio abuelo la violaba. Lo hizo en el marco de actividades encuadradas en talleres de Educación Sexual Integral (ESI). No es la primera vez que este tipo de delitos se conocen en estos espacios educativos, que tienen previstos protocolos de actuación específicos.

En este caso la directora del establecimiento escolar de nivel primario, que se encuentra en la zona de Viedma, presentó la denuncia que inició una denuncia penal.

La causa llegó a juicio y en una audiencia realizada el último miércoles, la fiscalía de la capital provincial pidió condenar al hombre a la pena de 8 años de prisión efectiva.

La acusación relató los hechos encuadrados en el delito de abuso sexual con acceso carnal agravado por el vínculo, la convivencia preexistente y la guarda.

El hombre es el abuelo paterno de la víctima y la agresión sexual se produjo en la casa en la que vivía la familia, cuando la niña tenía entre 5 y 10 años de edad.

El sustento se compone de diversos testimonios entre ellos el de referentes institucionales, familiares de sangre de la niña y el imputado y de la propia víctima, quien declaró dos veces en Cámara Gesell identificando claramente al imputado. Recordó en ellas detalles de contexto que pudieron acreditarse vinculándolos con las versiones de los familiares.

Agregó a la evidencia probatoria una pericia psiquiátrica forense realizada a la víctima que daba cuenta de la existencia de estrés post trauma.

Fuente: lmneuquen.com

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