Nuevo infectado en la embajada argentina en Francia

El cónsul en París se sumó a la larga lista de enfermos de coronavirus Covid-19 en la representación diplomática argentina en Francia. El embajador y su familia ya se recuperaron.

El embajador argentino ante Francia, Mario Verón Guerra, fue el primer encargado de una sede diplomática en el exterior infectado del coronavirus Covid-19. Y la situación en la representación argentina en Francia reflejó el crítico momento que se vive en ese país por el avance de la pandemia.

Según consignó Clarín, además de Verón Guerra también se enfermaron su esposa, sus dos hijas, el cónsul, el vicecónsul, la agregada cultural, la jefa de personal y algunos de los empleados de esa representación diplomática.

El embajador Verón Guerra, su mujer Eugenia y su hija Corina se enfermaron en diferentes grados. El diplomático cayó quince días atrás con fiebre y tos, hasta transformar esos primeros síntomas en un gran dolor en el cuerpo y una sensación de fuego en la espalda a la hora de dormir.

El primero en caer fue el cónsul Pablo Etcheverry que estuvo en contacto con los repatriados argentinos a los que más tarde, durante la cuarentena obligatoria que guardaron ya en el país por haber regresado de una zona con alta circulación del virus, se les detectó que estaban infectados.

Luego de Etcheverry cayó el otro cónsul, el ministro Pablo Piñeiro Aramburu, la atachee cultural, varios empleados de la embajada y finalmente el embajador y su familia.

Según contó Verón Guerra a ese medio “llamé a mi médico personal, que llegó a la residencia protegido con barbijo. Fue muy duro, lo peor que pasé en mucho tiempo. Un proceso que duró casi 14 días, y perdí siete kilos. Sentí que tenía como un gancho en la nuca que me colgaban durante días, un horrendo dolor de cuerpo. Muy pero muy duro, muy doloroso. Y estuve diez días seguidos con fiebre”.

Su esposa Eugenia presentó síntomas más leves. Su hija Corina, perdió el olfato y su otra hija, Delfina, está asintomática.

Todos se van reponiendo de a poco, con el apoyo de un médico particular que los trató en su casa con paracetamol y el antibiótico acetromicina, para frenar una neumonía.

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