En una histórica acción, Khan presentó órdenes de detención contra los líderes israelíes y de Hamas, acusándolos de ser responsables de "crímenes de guerra y crímenes contra la humanidad". Estas órdenes aún deben ser aprobadas por los magistrados del Tribunal Penal Internacional.
El fiscal jefe afirmó tener "motivos razonables para creer" que Netanyahu y Gallant tuvieron responsabilidad penal por los crímenes de guerra y lesa humanidad cometidos en Gaza. Por su parte, los líderes de Hamas fueron acusados de provocar hambruna como método de guerra, atacar deliberadamente a civiles y cometer actos de violencia sexual.
Aunque Israel no reconoce la autoridad de la CPI, se espera que los 123 países que sí la reconocen cumplan con la orden de detención. Esto implicaría que, en caso de viajar a estos países, Netanyahu y los líderes de Hamas podrían ser arrestados y llevados ante la justicia.
El conflicto entre Israel y Hamas ha dejado miles de muertos y heridos en la Franja de Gaza, así como un gran sufrimiento para la población civil. La solicitud de detención por parte del CPI abre un nuevo capítulo en el debate sobre la responsabilidad por los crímenes cometidos durante el conflicto.
La comunidad internacional se encuentra dividida ante esta situación. Mientras algunos países apoyan la actuación de la CPI y piden justicia para las víctimas, otros critican la decisión y consideran que la Corte Penal Internacional está politizada y actúa de manera parcial.
Sin embargo, la solicitud de detención lanzada por el fiscal jefe de la CPI marca un precedente importante en la lucha contra la impunidad y la defensa de los derechos humanos.
El conflicto en Medio Oriente parece no tener fin y las consecuencias de los crímenes de guerra y violaciones a los derechos humanos continúan afectando a la población civil.