Prisión preventiva para un ladrón reincidente

El juez de garantías, Emilio Porras Hernández, le dictó ayer la prisión preventiva a Miguel Vicente Esparza (47) por un robo que cometió en la madrugada en jurisdicción de la Seccional Primera. Además le dio a la Fiscalía un plazo de dos meses para culminar la investigación.
El hecho por el cual Esparza terminó detenido ocurrió a las 2:50 de ayer en una marroquinería ubicada en Sarmiento 409. Allí el hombre rompió un vidrio y se llevó un costoso sombrero de cuero, un estéreo y un radio grabador usado.
La policía fue alertada del robo y hubo un testigo ocasional que aportó las características del autor, datos con los cuales los efectivos de la Seccional Primera salieron en su búsqueda por las calles céntricas.
En la esquina de Ameghino y España lograron individualizarlo cuando Esparza caminaba, cargando en su poder los elementos denunciados como robados. Por esa razón fue detenido y trasladado a la dependencia de avenida Rivadavia y Güemes, donde quedó alojado.
En horas de la mañana de ayer el detenido debió comparecer ante el juez de garantías, Emilio Porras Hernández, quien presidió la audiencia de control de detención.
En ese contexto la representación de Ministerio Fiscal estuvo a cargo de la funcionaria Cecilia Codina, mientras que la defensa del acusado la ejerció la abogada Lucía Pettinari.
En ese marco se conoció que Esparza cuenta con antecedentes por robos, e incluso estuvo detenido entre el 20 de noviembre de 2005 y el 2 de junio de 2006, fecha en la que recuperó la libertad el mismo día que se le dio lectura a su condena. En esa oportunidad se tuvo en cuenta el tiempo que pasó privado de su libertad y la defensa había solicitado la pena mínima.
Según se desprende de la declaración, Esparza alquila con un hijastro en un sector del barrio Jorge Newbery y le aseguró al magistrado que se gana la vida con changas, en la carga y descarga de camiones de verduras.
A todo esto, desde el Ministerio Fiscal se destacó su reincidencia, por lo que se le pidió al juez que le dicte prisión preventiva hasta que se culmine la investigación o, en su defecto, lo obligue a comparecer una vez por semana ante la autoridad que se determine.
Para la defensa no existen elementos suficientes como para pedir la preventiva y además le pareció excesivo aquello de tener que presentarse una vez por semana. En ese marco se refirió a los seis meses de plazo legal que tiene la Fiscalía para investigar, lo que le pareció mucho tiempo en perjucio de su defendido.
Con todos esos elementos, finalmente el juez Porras Hernández le dictó la preventiva al hombre y le otorgó un plazo de dos meses a Fiscalía para culminar la investigación.

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