El hombre que realizó la protesta le contó a El Patagónico que hace 9 meses no puede ver a su hija por decisión de la jueza Guillermina Leontina Sosa.
“Esto ya me había pasado en el 2021 cuando estuve un año sin poder verla. Ahora sucede otra vez porque la madre de mi hija hace denuncias que no son ciertas, que son falsas y no se investigan. Y lo que hace la Justicia de Familia, por mera prevención, es someterme a restricciones desde hace nueve meses”, expresó quien este martes decidió manifestarse en las afueras del edificio de la calle Pellegrini 655.
Su nombre y su rostro -como el de la hija- se mantiene en reserva por tratarse de una delicada problemática, más allá de la cantidad de casos similares que periódicamente se conocen. Además, temen represalias como las que ya sufrieron abuelos, madres y padres que hicieron pública su situación y en lugar de respuestas fueron intimidados por la Justicia de Familia. En estos casos se sabe que una advertencia puede implicar perder transitoriamente el vínculo con el o la menor.
Este martes, el padre no fue recibido por ninguna autoridad y cuando este medio intentó hablar con el personal que se desempeña en la Oficina de Familia, la única respuesta recibida fue que se hallaban “en audiencia”.
NADA MEJOR QUE UNA CAUTELAR
Tal como reflejan este y otros medios desde hace casi dos años, los Juzgados de Familia de Comodoro se limitan a dictar cautelares y restricciones perimetrales que se van renovando y llegan a prolongarse durante años. Eso causa un daño irreparable en los vínculos familiares.
“No tengo novedades de nada; no sé nada de mi hija; de cómo está; como sigue ella; si le pasa algo… y atrás mío también están sus abuelos, los tíos, sus primos. Toda una familia completa a la que nos sacaron la nena” expresó al borde de las lágrimas.
Si bien el hombre cuenta con un abogado particular, señaló que el mismo “se cansa de mandar escritos y es como si nada porque siempre me envían las restricciones y sigo sin verla”.
Acotó que “las denuncias que me hicieron fueron archivadas y por supuestos dichos de una psicóloga pagada por la otra parte (denunciante), en lugar de haber sido un profesional puesto por el Juzgado para determinar la veracidad de los hechos. Y por culpa de eso yo sigo sin poder vincularme con mi hija” aseguró el papá.
A fines de agosto, abogados de Comodoro Rivadavia dejaron expuesto el delicado funcionamiento del fuero de familia en la ciudad, a cargo de cuatro jueces: Laura Lorenzoni, Jorgelina Castillo, Guillermina Sosa y Pablo Pérez. Antes, habían denunciado retrasos en la administración de Justicia que afecta a niños, niñas y adolescentes.
“Somos muchos los padres y madres que tenemos el mismo problema con este Juzgado, u otro, y estamos en la misma. No se investiga; no se aceleran los casos; los padres seguimos sin poder ver a nuestros hijos; no sabemos nada de ellos y esto no puede seguir así. Yo soy inocente, por eso estoy acá. Porque sé que lo que dicen en mi contra es mentira y por eso estoy acá; para que se investigue”, argumentó.
CRITICAS AL EQUIPO TECNICO INTERDISCIPLINARIO
Por otra parte, el padre apuntó directamente al ETI (Equipo Técnico Interdisciplinario). “Hay personas que están hace mucho tiempo y siempre dan resultados negativos. Las veces que vine me dan siempre los mismos resultados negativos a los informes. No sé por qué no hay un cambio de personal ahí. Te cansas de siempre ser juzgado por estas personas y uno siendo inocente ya te tratan de culpable cuando ellos tienen que buscar la verdad”, insistió.
“Estoy acá, voy a seguir acá manifestándome. Voy a seguir luchando por lo que quiero, que es mi hija. Soy un padre que quiere ver a su hija; quiero estar para ella; quisiera verla crecer; feliz, pero desgraciadamente el Juzgado y las otras partes no me están dejando”, agregó.
“Hay otros padres que están pasando lo mismo y vendrán a manifestarse. Invito a los que están pasando por esta situación a que vengan y ver si tenemos algún tipo de solución”, concluyó.