Una panadería regala 200 panes dulces y 200 sidras sin alcohol

En sus dos sucursales, la panificadora San Carlos donará los tradicionales alimentos a quienes no puedan comprarlos.

La panificadora San Carlos se ha destacado en el último tiempo por sus propuestas solidarias con los vecinos de Comodoro. Desde hace siete años mantiene la tradición de vender un “pan dulce económico” para que todos puedan tener una mesa dulce para pasar las fiestas. A eso se le sumó un “canasto solidario”, que inició durante el temporal de 2017 y que mantiene en la actualidad para entregar pan a quienes no pueden comprarlo.

Ahora la panificadora a cargo de Víctor Cúneo entregará 200 panes dulces y 200 sidras sin alcohol a los vecinos que no estén en condiciones económicas de adquirirlos. La entrega comenzará este miércoles con los primeros 100 panes dulces y 100 sidras sin alcohol en la sucursal de La Gaceta de Buenos Aires y Kennedy. El jueves se hará lo propio en la sucursal de Huergo y Los Duraznos.

La iniciativa no requiere inscripción previa sino acercarse al local a partir de las 10. “La idea es que lo retire el padre o madre que no pueda comprarle a los chicos. Nosotros no le vamos a preguntar si trabaja o no trabaja, si tiene plata o si no tiene. Queda en la conciencia de cada persona. Queda a disposición de la gente y es sin obligación de compra. Esto lo hacemos para aquel que no pueda comprar para tener en Nochebuena”, sostuvo Cúneo en diálogo con El Patagónico.

PAN DULCE PARA TODOS

El costo del pan dulce en Comodoro se ha incrementado de manera alarmante. El valor puede llegar a tocar los 2 mil pesos y hay quienes lo ofrecen en tres cuotas. Sin embargo, la panificadora San Carlos decidió vender su tradicional pan dulce a 150 pesos. La iniciativa abarca todas las variedades de chip de chocolates, pasas de uvas o mixto.

“Esto comenzó hace 6 o 7 años atrás. Nosotros funcionamos porque la gente nos compra y nos acompaña. La idea es que en la medida en que sea posible la gente tenga en su mesa un pan artesanal”, aseguró Cúneo.

La respuesta de la sociedad fue buena, a tal punto que no dan abasto con los pedidos. “Obviamente que a ese precio no te deja ganancia, pero asumimos el compromiso y los hacemos todos los días. Por razones de infraestructura, elaboramos en las dos sucursales 400 panes dulces por día. Llegamos a la tarde y ya no tenemos”, destacó.

“La demanda es muy buena y damos gracias que estamos trabajando. Estamos a media máquina, pero alcanzó para cubrir los costos y los sueldos. Mientras estemos trabajando no nos podemos quejar. El tema es cuando no podés trabajar”, afirmó.

“La respuesta de la sociedad es buena. Si vos querés hacer una obra de bien, necesitas vender porque d otra manera no podrías hacerlo. Nos compran a diario, se acercan. Solamente pueden ingresar dos personas al local y hacen fila, la gente espera. Estamos eternamente agradecimos y queríamos devolverle el acompañamiento de alguna manera”, subrayó Cúneo dando argumentos de sus iniciativas solidarias.

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