Al joven baleado le extirparon un testículo

J.C. recibió un disparo de escopeta el domingo a la tarde en sus genitales cuando se hallaba en la vivienda de su abuela en la calle San Francisco de Asís del barrio Quirno Costa. "Le pegan en la ingle, le tuvieron que amputar un testículo, el otro está complicado y hasta me preguntaron si tenía hijos... porque le arruinaron la vida, se la arruinaron", denunció María públicamente ante El Patagónico ayer en el Hospital Regional. Hoy la mujer irá a la Fiscalía a realizar la denuncia. El policía que disparó ya está identificado y su escopeta secuestrada.

Tal como informó de manera exclusiva en su edición de ayer El Patagónico, J.C. de 26 años y que fue baleado el domingo a las 17 por un efectivo de la Policía de Chubut en sus genitales en el interior de una vivienda del barrio Quirno Costa, fue sometido a una cirugía y los especialistas médicos debieron extirparle un testículo. En 72 horas definen si también deben quitarle el otro.

Ayer María, la madre de la víctima del caso de abuso policial, recibió a este diario en el Hospital Regional y denunció públicamente la situación que se desató en medio de una persecución a su hijo por las calles de la ciudad desde el barrio 9 de Julio, hasta el Quirno Costa, donde reside su abuela de 70 años.

María comentó que su hijo estaba ebrio y que había discutido con su mujer “porque lo había ido a buscar en un lugar en donde estaba con sus amigos; estaba enojado. Creo que ella lo quiso llevar a mi casa porque yo le pedí ‘por favor tráeme a mi hijo’, para que se acueste a dormir porque andaba con el auto del padre”.

María contó que “discutieron en el auto, pasó por una loma (de burro) y la chica se golpeó; entonces en eso hay una persona que vio que la chica se bajó enojada porque habían discutido… se bajó llorando y ese hombre llamó a la Policía”.

Personal de la Seccional Segunda llegó al lugar frente al supermercado La Anónima del barrio 9 de Julio y le tomó los datos a la mujer de J.C., quien “le dijo que discutió con su marido y mandan a una persecución –prosigue la denunciante-; dio detalles del auto y empezaron a seguirlo, le disparaban con las balas de plomo, le tiraban a él, al vehículo, en plena calle”.

María continuó: “él le tiene miedo a la Policía. Se baja y deja el auto en cualquier lado porque no sabíamos dónde había quedado, y sacó su billetera que la tenía ahí arriba y empezó a correr y lo más cerca que le quedó fue la casa de mi mamá en el Quirno Costa”.

LO BALEARON EN EL PASILLO DE LA CASA

Los policías que lo seguían ingresaron a la casa de la abuela de la víctima “pateando la puerta”. María dijo que hay videos y testigos del procedimiento. “Dispararon adentro de la casa de mi mamá. Dos mujeres policías que patearon la puerta para entrar les apuntaron a mi hermana en la cabeza y a mi sobrino que estaban con mi mamá. Y el policía hombre baleó a mi hijo en el pasillo. Le pegan en la ingle. Le tuvieron que amputar un testículo, el otro está complicado y hasta me preguntaron si tenía hijos… porque le arruinaron la vida, se la arruinaron”, estalló María.

La mujer sabe que su hijo se equivocó: “tiene antecedentes que ya están pagados, ahora tiene una familia”, en relación a su pareja y a una hija de corta edad. La mujer dijo que “la fiscal que fue sacó fotos, levantó lo que quedó en el piso que fueron las vainas de escopeta”.

A todo esto, fuentes oficiales informaron que del caso ya tiene conocimiento la Fiscalía, que secuestró la escopeta e identificó al uniformado que disparó, mientras la Policía realiza las actuaciones correspondientes para deslindar la responsabilidad de quienes intervinieron en el desgraciado episodio.

J.C. además de haber sido alcanzado en los genitales, “tiene una herida con salida en la pierna; le dispararon de muy corta distancia”.

María acotó que “lo que vio mi hermana es que el policía estaba muy sacado. Me habían dicho que al policía le sacaron el arma y que no está en Comodoro. Pido Justicia. Que se haga Justicia, más porque estaba mi mamá… casi me la matan a mi mamá, una persona mayor… aparte de quitarle a mi hijo la posibilidad de tener hijos, esto es lo peor que nos podía pasar a la familia”.

Luego dijo que “no esperaba esto de la Policía. Sí creo que tiene que actuar cuando es necesario, pero de la manera que tiene que actuar; no así porque no creo que la policía pueda entrar a una casa y balear a una persona”.

J.C. cuenta con antecedentes penales por robo, pero según su madre “ha pagado los errores, ya había pagado con su libertad y estaba limpio en la Ley pero siempre le quedó miedo con la Policía. La Policía siempre le tuvo idea”. Ahora estaba trabajando en el puerto y estaba por ingresar a otra empresa.

“Hay vecinos que filmaron; dicen que la misma policía arrastró a mi hijo hasta la ambulancia dejando el charco de sangre”, graficó la mujer.

“Fue mucho abuso, no tenían por qué ponerle el arma en la cabeza a mi hermana. Mi hermana está enferma. Mi mamá al ver a su nieto que estaba sangrando y escuchar disparos, creyó que se lo habían matado. Mi mamá ‘cayó’ cuando escuchó los disparos”. La abuela también debió ser hospitalizada por el fuerte golpe en la cabeza que se dio al desmayarse.

María contó que la visitó un policía, “compañero de la persona que se mandó esto y nos dijo ‘ustedes no se queden así, hagan la denuncia en donde la tengan que hacer porque procedieron muy mal. Es justo que el pagó cuando tenía que pagar en su momento, y es justo ahora que paguen los policías. Hay policías que son gente buena y hay policías que son muy malos” resumió María.

“Uno de los policías que pudo hablar con mi hijo le dijo ‘yo creo que estaba drogado (el que le disparó)’; no estaba normal, borracho no creo pero drogado puede ser… como estaba exaltado, no estaba en su juicio” contó María. Hoy irá a denunciar el caso a la Fiscalía.

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