Asaltaron a un automovilista cuando frenó en un semáforo de Rivadavia y Araucarias

El viernes a las 22 un automovilista que circulaba por la avenida Rivadavia fue asaltado por dos delincuentes al llegar al semáforo de la esquina con Araucarias. Uno de ellos le apuntó con un arma de fuego y el otro le abrió la puerta para despojarlo de su billetera. Le llevaron 3 mil pesos en efectivo.
A menos de 24 horas del violento robo que una mujer denunció el viernes a la madrugada -cuando dos delincuentes le llevaron su automóvil en el Cordón Forestal y luego apareció incendiado-, el mismo día sobre las 22 un hombre fue asaltado también por dos delincuentes cuando detuvo su marcha en el semáforo de Rivadavia y Araucarias.

El asalto ocurrió frente a una conocida parrilla del barrio Las Flores, justo en el momento que el obrero que viajaba al volante de un Renault Sandero se detuvo ante el cambio de semáforo.

Repentinamente aparecieron en medio de la oscuridad dos delincuentes, uno de ellos armado que amenazó al obrero, mientras su cómplice le abrió la puerta del conductor para despojarlo de una billetera con 3 mil pesos en efectivo. Los delincuentes escaparon hacia la zona alta del barrio Las Flores.

El asalto ocurrió en el mismo lugar en el que a principios de julio a un joven profesor de educación física le habían intentado robar su motocicleta cuando esperaba la luz verde del semáforo para continuar viaje.
En el asalto del viernes a la noche tomó intervención la Seccional Cuarta de Policía.

Ya el viernes a la madrugada, una mujer que salía de la casa de una amiga en el Cordón Forestal denunció en la Seccional Sexta que a la 1:30 subió a su vehículo y cuando realizó unos metros le destrozaron el parabrisas a pedradas.

Cuando frenó, dos delincuentes con un arma de fuego y con sus rostros tapados con pasamontañas le apuntaron a la cabeza y la sacaron de los cabellos de su Ford Fiesta Kinetic. Los asaltantes le llevaron además su teléfono, 500 pesos y documentación.

Una horas más tarde encontraron el vehículo totalmente calcinado en la calle Ludueña del barrio Los Tres Pinos. Al lado del automóvil había velas encendidas y maíz, signos de que en el lugar se había realizado un ritual.

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