El expresidente de Francia, Nicolas Sarkozy, ingresó este martes a la cárcel de La Santé, en París, tras ser condenado a cinco años de prisión efectiva por asociación ilícita y financiación ilegal de campaña.
Esta es la primera vez en la historia de Francia que un expresidente es encarcelado tras una sentencia.
Sarkozy abandonó su residencia en la capital francesa a primera hora de la mañana de este martes, acompañado por su esposa, la cantante Carla Bruni, y su equipo de abogados defensores.
Luego, fue trasladado hasta la cárcel de La Santé bajo un importante operativo que de seguridad y acompañado también por varios simpatizantes que le mostraron su apoyo coreando su nombre y entonando La Marsellesa, el reconocido himno de Francia.
Hace casi un mes, Sarkozy, de 70 años, se presentó en los tribunales de París para escuchar el veredicto en el que fue exonerado de cargos por corrupción, pero encontrado culpable de asociación ilícita, tras lo cual se le impuso una pena con ingreso inmediato y ejecución provisional.
Además, el expresidente de Francia (2007-2012) tendrá que pagar una multa de 100.000 euros y quedará inhabilitado para postularse a cargos públicos durante cinco años.
El Tribunal Correccional de París basó su fallo en "hechos excepcionalmente graves que podrían socavar la confianza de los ciudadanos en quienes los representan", responsabilizando a Nicolás Sarkozy de financiar su campaña presidencial con fondos no declarados provenientes del régimen de Muamar Gadafi, quien comandaba en Libia desde 1969.
Con él fueron juzgadas otras 11 personas, desde empresarios hasta Claude Guéant, director de su campaña en 2007, pasando por amigos que luego se convirtieron en ministros de su Gobierno.
En su defensa el expresidente denunció un "exceso de la pena reclamada" contra él, que atribuyó a la necesidad de "ocultar la debilidad de las pruebas alegadas".