Cerraron la mitad de los kioscos en el país

El desplome de la demanda, los altos costos de los alquileres y la tarifa eléctrica golpean al sector. Los que más se sostienen son los "kioscos-almacenes" en los barrios.

Las restricciones a la circulación por el coronavirus pusieron en jaque a los kioscos. De los 100 mil comercios registrados en todo el país, la mitad cerró desde que comenzó la cuarentena obligatoria. De esos 50 mil cerrados, se estima que 40 mil volverán a abrir cuando el Gobierno levante el confinamiento, pero el 10 por ciento del total, unos 10 mil, no volverán a levantar las persianas si el aislamiento estricto no termina antes de fin de mes.

Así se desprende de datos provistos a Página 12 por la Unión de Kiosqueros de Argentina (Ukra). En tanto, de los 8000 kioscos en la Ciudad de Buenos Aires, el 60 por ciento cerró sus puertas, y se estima que 1600 (el 20 por ciento) no volverá a abrir tras la cuarentena, según indicaron desde la Cámara de Kiosqueros Unidos (CKU).

El principal motivo de los cierres es el desplome de la demanda, sobre todo en los cascos urbanos donde se encuentran las oficinas, dado que no hay circulación de gente, los alquileres son más elevados y la tarifa de luz puede ascender hasta 25 mil pesos.

“Los primeros días del aislamiento tuvimos registros de cierres de caja con 200 pesos”, indicó a este medio Adrián Palacios, presidente de Ukra. Los que sobreviven son los barriales, que se transformaron en “kioscos-almacenes”. “El 13 de abril van a volver a abrir todos, con las medidas sanitarias correspondientes, pero si la cuarentena se estira hasta fin de mes, habrá 10 mil que quedarán en el camino”, advirtió.

El otro problema tiene que ver con la oferta. Los comerciantes aseguran que registraron aumentos de mayoristas y distribuidores, que venden los productos con valores apenas por debajo del precio máximo que establece el Gobierno, por lo que el kiosco aplica su margen de rentabilidad y queda por encima de los valores máximos, lo que podría implicar multas o clausuras por parte de las municipalidades, tras el cambio en la ley de defensa de la competencia.

“Desde el 10 de marzo las empresas de lácteos y alimentación subieron entre 5 y 10 por ciento con respecto a febrero, llamativo teniendo en cuenta que el dólar, los combustibles y las tarifas estaban congelados. La Serenísima subió todo 8 por ciento. Si no aceptamos los aumentos, quedamos desabastecidos”, aseguró Palacios.

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