Argentina cerró el 2019 con una buena actuación: igualó 2-2 sobre el final ante Uruguay en Tel Aviv, poniéndole una cuota de justicia a un desarrollo en el que fue superior y más ambicioso que su adversario. Lionel Messi (de penal) y Sergio Agüero anotaron los goles para el conjunto dirigido por Lionel Scaloni. Edinson Cavani y Luis Suárez pusieron dos veces en ventaja a los charrúas, que lastimaron de contragolpe y a partir de su contundencia.
Como sucedió ante Brasil, Argentina intentó presionar arriba y meter a Uruguay en su campo. Los dirigidos por Oscar Washington Tabárez antepusieron una línea media con tres mediocampistas con dinámica, pero también claras características de ruptura de juego, como Torreira, Valverde y Vecino.
ESPALDAS SIN CUBRIR
La Selección tuvo más la pelota, pero recién consiguió cambiar el ritmo cuando la pelota le llegó a Messi, o logró combinarse con Dybala (Agüero, lejos del área, pierde peso). Sucedió en la pared que construyeron a los 14 minutos y terminó con el remate de la Pulga por encima del travesaño. O en dos desbordes del Kun y Saravia, respectivamente.
Pero las espaldas del ex lateral de Racing (actualmente en el Porto) hicieron sonar la alarma a los 20 minutos, cuando Viña llegó al fondo, lanzó el centro atrás, y el remate de Suárez se encontró con el taco de Tagliafico. A los 33, en una acción similar, los charrúas no perdonaron.
Lozano le ganó la espalda a Saravia y tocó hacia la posición de Torreira en el borde del área. El futbolista del Arsenal cruzó el balón hacia el sector opuesto, donde apareció libre Suárez. Lucho mandó el buscapié y Cavani anticipó a todos para el 1-0.
Argentina pudo igualar a los 38, cuando Marcos Acuña sacó un envío preciso para Dybala, parado como N° 9. El de la Juventus pifió, la pelota le dio en la mano, y del rebote convirtió. Pero el árbitro anuló correctamente la acción.
ENOJO POSITIVO
Messi entró enojado al segundo tiempo. Ya había culminado el primero fastidioso por la fricción propuesta por Uruguay, sobre todo a partir de la patada de Matías Vecino desde atrás y la posterior discusión con Edinson Cavani. El Pulga respondió con juego, tomando el timón, bien acompañado por Acuña, uno de los mejores de la cancha, hasta que Scaloni lo sacó inexplicablemente temprano.
A los 8, un remate del capitán fue desviado por Campaña. Y a los 17, Messi ejecutó un tiro libre por una falta que le cometieron a él y Agüero anticipó de cabeza para el 1-1.
Argentina transitaba su mejor momento en el partido, que le propuso un nuevo obstáculo. A los 23′, Luis Suárez pateó un tiro libre en el que balanceó potencia y ubicación para superar la estirada de Andrada y volver a poner a Uruguay en ventaja.
La Selección no dejó de buscar. Pudo igualar en una buena jugada colectiva que Agüero (mejor por el centro, donde mostró la versión que ofrece semana a semana en el Manchester City) tiró por encima del travesaño; también en un cabezazo del ex Independiente tras centro de Tagliafico que Campaña atajó a puro lucimiento.
Pero en tiempo cumplido el ingresado Lautaro Martínez desvió de taco un envió desde la izquierda y la pelota dio en el brazo de Martín Cáceres. Messi se paró ante el arquero del Rojo y le amagó con el cuerpo para introducir suavemente el balón a la derecha del guardameta: 2-2 y justicia.
Así, la Selección cerró la fecha FIFA de noviembre con dos buenos resultados (el viernes había vencido 1-0 a Brasil, también con gol del capitán) y buenas sensaciones. Un panorama alentador, de cara a un 2020 que espera con un fixture agitado: el inicio de las Eliminatorias en marzo y la Copa América en Argentina y Colombia.