Confirman cesantía de una empleada judicial

Un acuerdo plenario del STJ confirmó la cesantía de la exempleada Gisela Clavio, despedida del Poder Judicial por reiteradas faltas sin justificación a su trabajo en los Juzgados Laborales de Trelew.

La decisión del Superior Tribunal de Justicia (STJ) de Chubut la adoptaron los ministros subrogantes Enrique Fiordelesi, Aldo De Cunto y Claudio Petris.

Gisela Clavio había interpuesto un recurso jerárquico contra la Resolución de Superintendencia Administrativa N° 9572/21 que la dejó cesante como oficial superior tras un sumario administrativo.

En su recurso no discutió las inasistencias pero insistió con que estaban justificadas ya que estaba adherida a medidas de fuerza y alcanzada por la cobertura del decreto presidencial sobre aislamiento obligatorio. Pero para el STJ, “Clavio se ausentó sin cumplir con las reglamentaciones para justificar esas ausencias”. Esas faltas requerían de una justificación que ella recién cumplió en agosto de 2020.

El dato es central: incumplió a sabiendas, según los subrogantes del STJ. “No puede aceptarse que sólo fue ‘una omisión involuntaria’ en el retardo para remitir la documental. Es dificultoso sostener, como único argumento válido, que los hechos puedan quedar comprobados con sólo una mera referencia a un intercambio de mensajes vía WhatsApp con el encargado administrativo de los Juzgados Laborales”.

“AUSENCIA TOTAL DE FORMAS”

Entre otros papeles, Clavio presentó un certificado del jardín Kinderland, una nota que deja constancia que su pareja trabaja para una compañía telefónica y puede circular ya que es esencial para las telecomunicaciones, y alta de una empleada doméstica para asistencia y cuidado de personas.

“Aún con una mirada más flexible y permisiva respecto de la justificación de las inasistencias, que permitiría tener cierta tolerancia cuando se cumple unos días más tarde o cuando hayan razones exculpantes de la tardanza basada en cuestiones de salud, fuerza mayor, etcétera, no se puede dejar de lado que Clavio tardó más de dos meses en justificar que podía estar alcanzada por el inciso ‘k’”. La agente cesanteada pudo contar con toda la documental que invoca “recién el mismo día en que la remitió a RRHH. Por desidia o por omisión, no acreditó una situación que requería previa justificación”.

La exempleada “quedó sujeta a las consecuencias de su propia inacción y no tuvo la diligencia necesaria de su particular situación personal, a la que puso por encima de las previsiones reglamentarias lo cual es, a todas luces, improcedente”.

El STJ advirtió que una cosa es ser “informal” y otra “la ausencia total de formas”. Si se confunden “acarrearía un caos administrativo inimaginable máxime si se trata de una agente que expresa tener 11 años de antigüedad en el Poder Judicial”.

Del expediente tampoco surge que alguna vez haya coordinado hacer teletrabajo, pese a que reiteradamente se lo propusieron.

Su argumento sobre que sus compañeros laborales “voluntariamente, sea por solidaridad, colaboración o consenso, estuvieron de acuerdo en cubrir la concurrencia mínima al organismo”, no coincide con las convocatorias que le hicieron tres veces los tres jueces, que por eso la denunciaron. Las ausencias de Clavio se remontaban a 2019.

Según el acuerdo, además de sus numerosas faltas certificadas, Clavio no fue a su trabajo por 28 días aunque debía cubrir guardias mínimas. “Se pone de manifiesto una equivocada actitud en relación a su situación laboral, al permanecer ajena al cumplimiento de la obligación de acreditar la documental que le era exigible, para abocarse a su realidad personal sin poner la mínima diligencia esperable”.

De acuerdo a los ministros subrogantes, “erró el camino y, desde un principio, soslayó el conjunto de obligaciones que sobre ella pesaban”.

En cuanto a cuanto a la cuestión de género que “tardía y sutilmente, se intenta introducir”, los jueces dijeron que durante la vigencia del inciso “k” hubo 31 casos que se acogieron y 26 eran mujeres. Incluyendo Clavio.

Fuente: Diario Jornada

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