La delegación Golfo San Jorge de la Agencia Provincial de Seguridad Vial (APSV), a cargo del comisario inspector Martín Pedraza, comenzó a detectar desde mediados de mayo, en distintos controles, la utilización de licencias de conducir adulteradas.
Al tratarse de un instrumento legal con sellos de seguridad, el personal policial de esa delegación los detecta “con facilidad”, apuntó Pedraza. Esa anomalía deriva en el secuestro de ese carnet y las correspondientes actuaciones judiciales.
En este delito actúa la Justicia Federal por infracción al artículo 292 del Código Penal. Tiene una pena de 1 a 6 años de prisión por tratarse de la adulteración de un instrumento público.
En un control vial realizado este viernes en el barrio Próspero Palazzo se detectó una nueva licencia apócrifa o adulterada utilizada por un conductor. Y en lo que va del mes ya son cinco los casos, precisaron con preocupación desde la delegación local de la APSV.