La Ley Nacional de Educación 26.206 establece la obligatoriedad de la Educación Secundaria. Sin embargo, en Comodoro Rivadavia se generan mecanismos de selección como los exámenes de ingreso a primer año. Es por eso que docentes y referentes de instituciones entregaron un petitorio para que el Ministerio de Educación de Chubut elimine estas instancias de ingreso en las instituciones.
El documento establece que estos exámenes contribuyen a “legitimar las desigualdades que se inician en la elección de las escuelas primarias de la ciudad, algunas de las cuales son elegidas con el argumento de que dedican la enseñanza y recursos exclusivos durante el segundo ciclo con el objetivo de “preparar” para estos exámenes. Además de promover el ‘negocio’ de muchas academias privadas”.
También plantea que las evaluaciones son un factor estresante para los niños. “Los estudiantes que quedan fuera de la selección también sufren las consecuencias de esto, teniendo la incertidumbre de no saber a qué escuela asistir y la carga emocional subjetiva de saber que no son ‘aptos’ para la escuela que han elegido en un primer momento”, asevera el petitorio.
“Esto repercute en sus relaciones familiares y sociales al igual que en la relación con quienes forman parte de su nueva escuela secundaria, la huella que deja el haber sido excluido por una examen evitable, que no se encuadra en ninguna normativa, se convierte en un estigma que revictimiza y responsabiliza a un sujeto de derecho por la creciente despreocupación del Estado en materia educativa (falta de presupuesto para infraestructura, para cargos docentes, políticas públicas que efectivicen lo declarado en la ley de educación)”, agrega.
TRABAJAR PARA UNA MEJOR EDUCACION
Asimismo, el escrito insta a trabajar igualitaria respetando la diversidad y garantizando los aprendizajes de calidad. “Existen otros ‘mecanismos’ para el ingreso de estudiantes en las escuelas consideradas ‘sobredemandadas’. Por ejemplo, el único colegio universitario dependiente de la Universidad Nacional de la Patagonia San Juan Bosco realiza un sorteo entre los inscriptos”, considera.
“Hace ya muchos años diferenciamos los enfoques tradicionales de la evaluación constructivista, dirigida esta última a la mejora de los aprendizajes y centrada en todo el proceso. La evaluación debe favorecer la retroalimentación de los aprendizajes de los estudiantes entregándoles herramientas para la mejora. Los docentes deben conocer los antecedentes, saberes previos y conocimientos que los estudiantes poseen, así como los apoyos que requieren para avanzar en su proceso de aprendizaje, pudiendo implementar actividades de aprendizaje que promuevan la experimentación y el descubrimiento de nuevos esquemas cognitivos”, asevera.
“A diferencia de ello, en los instrumentos diseñados para la selección de la matrícula se aprecia su administración aislada, con un diseño homogéneo, un limitado repertorio de estrategias utilizadas en la evaluación de aprendizajes, la sobrevaloración de saberes procedentes de unas áreas en desmedro de otras. Asimismo, la ausencia de variedad de procedimientos como de instrumentos, a pesar de que los/as profesores reconocen en los ámbitos de formación las inteligencias múltiples, los distintos estilos, ritmos, motivaciones, intereses y características para aprender, tanto como las eventuales adaptaciones curriculares y configuraciones de apoyo que podrían ser necesarias para la singularidad de un estudiante cualquiera sea. Nada de todo ello es posible en la administración de evaluación estándar diseñada con propósitos de medición”, sostiene el documento.