El desafío de estudiar con un bebé en brazos

Natalia Acosta tiene 23 años y asiste al Plan Fines II en la Universidad Nacional de la Patagonia San Juan Bosco. Y no lo hace sola, sino junto a su bebé de tres meses.
El martes Natalia llegó con su pequeña. Se ubicó en el fondo del aula como para no molestar a nadie mientras caminaba y la arropaba, y desde allí escuchó atenta las palabras del profesor de Matemáticas, en lo que significó la primera clase.
Tras una pausa la joven se animó a contar parte de su historia al ser consultada por El Patagónico. "Yo estudiaba en la Escuela 742 de Kilómetro 5, pero quedé embarazada de otro nene que ahora tiene tres años y tuve que dejar. El año pasado quise probar y el anteaño pasado traté de terminar en la nocturna, pero los alumnos eran muy chiquitos entonces era medio incómodo porque te distraen más. Acá es raro, porque como hay gente grande, es distinto", resumió.
Cuando dejó sus estudios, Natalia quedó en segundo año de polimodal. Por esa razón, ahora le espera un largo trayecto, donde en más de una ocasión asistirá con su pequeña hija y a veces con su otro niño, ante la imposibilidad de que alguien los cuide.
Ella sabe que el camino será complejo. Sin embargo, tiene un sueño: "me gustaría seguir radiología, es algo que tengo pendiente. Ojalá pueda. Acá en la universidad ves a los otros chicos que están estudiando otra carrera y te motiva más. Quiero terminar, porque sino uno todavía tiene esa carga de no tener el secundario", aseguró la joven, uno de los tantos ejemplos de madres que deciden culminar sus estudios, demostrando que cuando se quiere se puede más allá de las dificultades.

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