El municipio intercederá por las actividades religiosas y de culto

El pedido dirigido al gobierno provincial se centrará en el cumplimiento de un estricto protocolo que permita una concurrencia de fieles razonable.

Entre las medidas adoptadas para la reapertura de las actividades religiosas se propondrá un protocolo, sujeto al diálogo con las instituciones religiosas, que incluya un límite razonable en cuanto a la cantidad de asistentes, así como un distanciamiento entre los participantes.

Entre las alternativas que se requerirán se analiza como posibilidad una capacidad máxima de 50 personas y un límite al aforo de cada lugar del 30% del total. Asimismo, en aquellos lugares que cuenten con asientos, los mismos deberán ocuparse dejando dos espacios libres del modo que se genere una distancia de 2 metros entre individuos; en los espacios con bancos 1 persona por cada dos metros lineales entre ellos; y en espacios sin asientos 1 persona por cada dos, con 25 metros cuadrados de superficie reservada para los asistentes.

Para dicho cómputo se tendrá en cuenta el espacio reservado para los asistentes, excluyendo pasillos, vestíbulos, lugar de presidencia y colaterales, patios y, si los hubiera, sanitarios.

Asimismo, los espacios habilitados deberán contar con expendedores de alcohol en gel distribuidos en diferentes sectores. Del mismo modo, será obligatorio el uso permanente de tapaboca y evitar el contacto con otras personas.

Por último, tanto el ingreso como el egreso al recinto deberá ser guiado por personal autorizado y se recuerda la obligación de efectuar tareas de desinfección antes y después de cada encuentro.

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