La ceremonia religiosa, también compartida por personal del Servicio Penitenciario, contó con la presencia del director del organismo, sub subprefecto Marcelo Alcides Villarroel y del secretario de Seguridad del gobierno provincial Gustavo González Díaz.
Durante la misma, el obispo llevó adelante el lavado de pies de 12 internos (foto) en memoria a la lección de humildad que Jesucristo brindó a sus apóstoles luego de la última cena.
A finalizar el oficio religioso, González Díaz manifestó que “estamos muy contentos que se haya celebrado esta misa porque esto refleja lo que uno pretende realizar en la institución y es que tenga un fuerte apoyo por parte de la Iglesia y sobre todo por parte del Obispo”.
“Además, hubo una gran participación por parte de todo el personal del Servicio Penitenciario y una muy buena respuesta de los internos”, resaltó
Villarroel comentó que la misa del Jueves Santo se venía postergando por dos años de pandemia y destacó que en esta ocasión se contó con cuadros bendecidos por el Papa Francisco y serán entregados a cada unidad penitenciaria.
“Es un trabajo especial el que hace el penitenciario. No es fácil, pero estos pequeños gestos demuestran que vamos paso a paso en un cambio en lo que es trabajar por la otra persona, más allá de las dificultades que hayan tenido en su vida”, concluyó.