El padre de Brian Gómez insiste en que hay policías involucrados en su muerte

La agresión que terminó con la vida de Brian Gómez es investigada supuestamente desde el mismo sábado 15 de setiembre en que el joven de 23 años fue atacado afuera de un pub de la calle San Martín. Pero a trece días del ataque y a cinco días de su fallecimiento, el caso todavía no tiene detenidos. Y las circunstancias de la muerte del empleado de comercio y exsoldado voluntario tampoco han sido esclarecidas. El legajo judicial está en manos de la fiscal Cecilia Codina quien ayer se limitó a informar: "todavía no puedo aventurarme a dar una opinión sobre la autoría porque aún no está determinada". La propia fiscalía dispuso desde la semana pasada el apartamiento en las diligencias de la Brigada de Investigaciones, a raíz de las sospechas de que existirían policías involucrados en la golpiza. Walter Gómez, padre de la víctima, volvió a reiterar ante El Patagónico: "tengo tres testigos que señalan a un policía pegándole con un garrote en la cabeza".

A trece días de la brutal agresión contra Brian Gómez, todavía no hay detenidos en la causa judicial ni mucho menos alguna certeza sobre el incidente en el que se habría visto involucrado al interior del Draw Pool Pub de San Martín al 300 o respecto al ataque que sufrió en el exterior de ese boliche. Todo sucedió durante la madrugada del 15 de septiembre último.

“Yo más que nadie quiero saber qué le ocurrió a mi hijo. Yo sé que tuvo una pelea adentro y después lo citaron afuera a seguir peleando, y afuera fue todos contra todos y tengo tres testigos que me señalan a un policía pegándole con un garrote en la cabeza, cuando ya se paró la pelea”, repitió ayer Walter Gómez a El Patagónico en relación a lo que pudo averiguar sobre esa fatídica madrugada.

“Encima a traición, dado vuelta Brian a la persona, dándole la espalda a esta persona que me sindican como policía y autor de los golpes a mi hijo a traición le pega un garrotazo por la cabeza”, agregó su padre.

Gómez ya había dado cuenta de esa versión cuando su hijo permanecía internado en el Hospital Regional luchando por su vida, pero tanto la Unidad Regional de Policía de Comodoro Rivadavia, como el secretario provincial de Gobierno, Federico Massoni, desacreditaron la hipótesis de una golpiza policial.

Sin embargo, con el correr de los días se decidió apartar de las pesquinas a la Brigada de Investigaciones, que llevaba adelante la recolección de las imágenes de las cámaras de seguridad de la zona mientras en el ámbito judicial el caso recayó en las manos de la fiscal Cecilia Codina que ayer en un audio que envió a los medios periodísticos través del encargado de prensa de la fiscalía dijo: “todavía no pude determinar quién fue el autor de las lesiones”.

Y agregó: “estamos con todas las tareas investigativas, terminando de mirar las cámaras (los registros de video) con los testigos, lo que sí solicito que aquel que tenga una cámara (grabación de una cámara de seguridad del sector) para aportar información la dé. Todavía no puedo aventurarme a dar una opinión sobre la autoría porque aún no está determinada”, insistió.

“VEO TODO MUY LERDO”

Brian falleció el domingo por la tarde y su familia, acompañada de alrededor de 200 personas, marchó el miércoles por las calles del Centro pidiendo justicia.

A su padre le llama la atención que todavía no surjan resultados de la investigación. “Lo que me dice un testigo es que le pegan a traición. Lo veo muy lerdo (el proceso de investigación judicial). Un ruido ha llegado y hay mucha gente asustada, hay gente amenazada o cohibida, no sé quién tampoco. Quiero que se sepa quién fue para que no haya otro Brian. Así no se puede vivir”, cuestionó en diálogo con El Patagónico.

Gómez ya ha obtenido asesoramiento de la Defensa Pública, y se ha entrevistado con las abogadas Lucía Pettinari y Viviana Barilari. Las especialistas se interiorizaron del caso una vez que Walter comenzó a declarar en los medios periodísticos que tenía la versión de que estaba involucrado al menos un policía, se contactaron con él y le ofrecieron la asistencia para constituirse en un futuro como querellantes desde la Defensa Pública y trabajar en paralelo a la Fiscalía. Esta representación prosperará si se confirma que efectivamente está implicado un policía o que hay violencia institucional presente.

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