La sucursal de Garbarino cerró sus puertas en Comodoro Rivadavia. La empresa, que supo ser la mayor cadena de electrodomésticos del país, atraviesa una crisis económica desde hace años y no puede reorientar el rumbo pese al cambio de propietarios.
Los empleados en Comodoro habían decidido trabajar en horario reducido ante la deuda que mantenía con respecto a los salarios. Es que, según explicó el abogado de los trabajadores José Nahuelhuen, la empresa debe los sueldos de marzo, abril, mayo, junio, julio y el bono navideño sumado a una deuda importante en los aportes de seguridad social.
Garbarino cerró sucursales en Puerto Madryn y Río Gallegos llevándose la mercadería y abandonando a los trabajadores. Es por eso que el Estudio Nahuelhuen, con el visto bueno de sus nueve representantes, decidió presentar una medida cautelar para secuestrar la mercadería para que sirva de garante ante un eventual remate y que el dinero obtenido sirva como indemnización.
En diálogo con El Patagónico, el letrado sostuvo: “la mayoría de los trabajadores son sostén de familia, no tienen un peso en sus cuentas sueldo, tienen deudas para pagar como la tarjeta de crédito o el alquiler. Y se hace insostenible seguir trabajando en horario reducido sin cobrar un peso”.
La medida cautelar implicó secuestrar la mercadería que se encontraba en la sucursal local y en el depósito de barrio Industrial. “La semana pasada los trabajadores se posicionaron en la situación de despidos indirectos por la falta de respuestas por parte de la empresa. Nosotros nos encontramos en Feria Judicial, que termina este lunes, y vamos a esperar que un representante de la empresa se comunique para encauzar una negociación”, destacó el abogado.
CASOS SIMILARES
El caso de Garbarino es similar a lo que sucedió con los empleados de Sacoa. La casa de juegos electrónicos pasaba por problemas económicos y no les pagaba a sus trabajadores. Un día decidió cerrar y llevarse las maquinarias. Es por eso que el Estudio Nahuelhuen decidió imponer una medida cautelar para que los trabajadores puedan cobrar. “Si bien pasaron dos o tres meses pudieron llegar a una liquidación final y los trabajadores pudieron tener una indemnización. La idea es que suceda lo mismo con los trabajadores de Garbarino ante la gravedad de la situación”, subrayó.
Una de las diferencias conceptuales entre los dos casos es la deuda de la cadena de venta de electrodomésticos. “Garbarino tiene un pasivo de 20 mil millones de pesos entre proveedores, entidades financieras, bancos y trabajadores. Es muy complejo. Los trabajadores escuchan que puede haber un inversor, pero en el mientras tanto los trabajadores necesitan una solución y ante la negativa y el silencio de la empresa decidieron posicionarse en la situación de despido indirecto justamente porque tienen que buscar otro trabajo para mantener a su familia”, aseguró Nahuelhuen.
SIN DIALOGO Y RUMORES
El abogado manifestó que no han tenido diálogo con los titulares de la firma. “Nadie se ha comunicado con nosotros. Tampoco han realizado ninguna acción en el expediente que diga ‘levantame la clausura y seguimos trabajando’. Hasta el día de hoy, no hay ninguna respuesta de nada”, cuestionó.
Sobre la posibilidad de que exista un nuevo inversor, Nahuelhuen aclaró que son solo rumores y que los empleados no pueden seguir esperando un milagro. “Los trabajadores no pueden seguir esperando que haya un inversor o no. Al colocarse en situación de despido indirecto, lo que se le da es tener una sentencia en el corto plazo porque los bienes que están secuestrados tienen que dar un resultado. Los electrodomésticos, así como están, no le sirve ni a la empresa ni a los trabajadores. Por eso se los toma como garantía, para que se haga efectiva esa garantía tiene que haber una sentencia judicial y que, el día de mañana, permita hacer una subasta y el dinero que se obtenga en esa subasta, sea mucho o poco, vaya a las indemnizaciones”, detalló.
Asimismo, el abogado aclaró: “toda la mercadería quedó secuestrada no se puede retirar hasta que haya una orden judicial. Ni siquiera en la sede central de Buenos Aires han explicado porque sigue vendiendo de forma virtual y no se puede retirar en las sucursales". Y advirtió: "la gente que compre debe saber que en la sede local de Garbarino no se puede retirar absolutamente nada".