La principal hipótesis que maneja la Justicia de Santa Cruz es que se trata de un caso de femicidio seguido de suicidio. Los fallecidos fueron identificados como Rocío Trigo y Jesús Coitiño. Este último se desempeñaba laboralmente como marinero y sería el propietario o inquilino de la casa en la que fueron hallados los cadáveres.
Trascendió que no eran pareja y aparentemente el hombre habría invitado a su casa a la chica, con la que habría entablado amistad hace poco tiempo.
Por motivos que procuran establecer los investigadores, Coitiño habría golpeado a Trigo hasta matarla, pero aún resta conocer el resultado del informe de la autopsia que se le practicó a ambos para conocer si la joven también pudo haber sido asfixiada.
De acuerdo con la información a la que pudo acceder El Patagónico, una comisión policial llegó a ese domicilio alrededor de las 23.20 del jueves al ser alertada por un vecino y halló los dos cuerpos.
Coitiño habría hecho un llamado telefónico a un amigo pidiéndole que fuera a su casa. Le habría dicho: “me mandé una cagada”.
Este amigo, presumiendo que algo grave había ocurrido, llamó a otro hombre apodado “Chuqui” y ambos ser dirigieron hacia el lugar. A hallar la puerta cerrada con llave y como nadie respondía, la abrieron a patadas y se encontraron con un espeluznante cuadro: la chica en la cama boca abajo y el hombre ahorcado con la cortina del baño.
Más tarde arribó un equipo de emergencias médicas del Hospital Distrital que constató que los cuerpos no tenían signos vitales y luego de un minucioso peritaje que realizó personal de la División Criminalística Policial, este viernes alrededor de las 07.10 ambos cadáveres fueron trasladados a la morgue.
Tomó intervención el Juzgado de Instrucción Penal de Puerto Deseado y continúan llevándose a cabo las investigaciones, con citaciones a personas que conocían a las víctimas.