En el marco de una conferencia de prensa que brindaron el fiscal Fernando Rivarola y el oficial Gabriel Casalnuovo, se brindaron detalles de la investigación que se lleva adelante por un delito de estafa del que fue víctima una anciana de 86 años a la que le hicieron extraer del Banco del Chubut casi un millón de pesos para luego fugarse con el dinero.
En ese marco, Casalnuovo contó que la investigación lo llevó a Posadas, donde la semana pasada se realizaron dos allanamientos en los que se secuestraron 101.000 pesos, teléfonos celulares, un pen drive, una computadora y otros elementos que son de interés para seguir avanzando en la investigación. Además se logró identificar al individuo que se alzó con el dinero y sobre él pesa un pedido de captura nacional e internacional.
Se trata de un sujeto de 43 años que tiene relación con la comunidad gitana de esa provincia mesopotámica y que además posee vinculación con causas penales relacionadas con la falsificación de documentos públicos y de dinero, además de estafas similares a las que ejecutaron en Rawson.
EL ENGAÑO
La víctima recibió una llamada telefónica --presuntamente de uno de sus hijos-- que le pedía retirar el dinero que tenía en el Banco del Chubut y que se lo entregue a su contador que la aguardaba en las inmediaciones de la casa central de la entidad en la ciudad de Rawson. Las cámaras de seguridad de la calle Rivadavia en cercanías de la Jefatura de Policía registraron el momento de la entrega del dinero, además del vehículo en el que se movilizaba el sujeto.
Paralelamente la investigación fue reforzada con el dato que indicaba que el sospechoso había sido identificado a su ingreso a la provincia en el puesto policial de Arroyo Verde. La patente del vehículo y el origen de su conductor coincidieron con la ciudad de Posadas, capital de Misiones.
Hacia esa ciudad viajó una delegación policial encabezada por Casalnuovo y con el apoyo de investigadores de allí se localizaron dos domicilios que fueron allanados. Uno fue en la casa de quien se cree fue el proveedor del vehículo. En el otro, donde reside el sospechoso con su familia, no había ningún morador a pesar de que hasta dos horas antes de la diligencia se habían registrado movimientos de personas en el interior del domicilio.
Para el fiscal Rivarola, el individuo identificado es parte de una organización dedicada a este tipo de estafas con la integración mínima de 4 ó 5 personas más.
El ardid que emplean estos estafadores es muy complejo, muy elaborado y muy bien coordinado. Además cuentan con importantes recursos como vehículos, gestorías, abogados, dinero para trasladarse y cambios permanentes de domicilios, dijo por su parte el oficial Casalnuovo.