Inician investigación interna en la alcaidía por los dos fugados

Enzo Uranga y Marcelo Huenumán cumplían condena en la alcaldía de Comodoro Rivadavia. Ambos escaparon minutos antes del brindis por Año Nuevo. Son intensamente buscados por la Policía y por el hecho se inició una investigación interna.

Los dos presos que estaban detenidos en la Alcaidía, según los primeros indicios, se habrían fugado tras romper una ventana que da hacia el patio de la unidad carcelaria. Saltaron un paredón y escaparon.

La fuga ocurrió minutos antes del brindis por Año Nuevo en la Alcaidía Policial y por el hecho se inició una investigación interna para evaluar las responsabilidades del personal penitenciario, describieron este miércoles a El Patagónico fuentes oficiales.

Los internos habrían roto una ventana, sortearon el muro perimetral y escaparon hacia el exterior. Paralelamente, los efectivos presumen que ambos - hasta este momento - no habrían salido de la ciudad.

Enzo Uranga cumplía una condena a 17 años por el homicidio del ingeniero boliviano Jhon Blas Gutiérrez, el 20 de enero de 2017, mientras que Enzo Uranga fue condenado por el homicidio de Franco Ortega ocurrido en junio de 2012.

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El BRUTAL CRIMEN DE GUTIERREZ

El homicidio ocurrió a las 20:30 del viernes 20 de enero en la “Tienda Rodrigo”, ubicada en el barrio Moure. Allí los acusados- Enzo Uranga y Lautaro Hernández - actuaron como clientes comunes, se probaron ropa y calzado y una vez elegidas las prendas que supuestamente pagarían, se dirigieron a la caja donde estaban el propietario del local, su esposa y su hijo Jhon, quien recién llegaba al lugar y a quien su padre le indico que entrara a la casa por el negocio.

Según la fiscal, Uranga quien es asistido por la Defensa Pública-- extrajo el arma de fuego diciendo “esto es un asalto”. De inmediato, exigió la entrega de “toda la plata”. La mujer le dijo que no tenían dinero y el imputado entonces les disparó al dueño del local en el muslo izquierdo y a Jhon en el pecho.

EL HOMICIDIO DE ORTEGA

Franco Renato Ortega tenía 20 años y el domingo 24 de junio de 2012 a las 22:15 se convirtió en la vigésima víctima de homicidio de ese año en Comodoro Rivadavia. El joven había sido salvajemente apuñalado a la 1:50 del sábado 23 en el límite de los barrios Las Flores y Jorge Newbery, en la parte alta del pasaje Santa María.

Ortega fue apuñalado en la cabeza, rostro y tórax y una de las heridas la recibió en medio de un ojo. Esto le provocó pérdida de contenido ocular, además de comprometerle la masa encefálica. La lesión fue mortal. Luego de permanecer 30 horas internado en la sala de terapia Intensiva del Hospital Regional, el joven falleció.

La versión de descargo asegura que la víctima quiso robar en la casa del imputado y a partir de ese accionar fue que Huenuman reaccionó en defensa. Por tal motivo, esa parte buscó probar que el homicidio fue en legítima defensa, o con exceso en ésta.

Sin embargo, durante el juicio el único testigo presencial sostuvo que la víctima se encontraba en avanzado estado de ebriedad y tenía muchas dificultades para caminar. Como eran conocidos, el testigo le ofreció llevarlo a su casa, pero Franco no quiso porque le dijo que se iba a lo de un amigo.

Cuando llegó a su auto, ese testigo observó el momento en que Huenuman le aplicó primero golpes de puño y tras ingresar y volver a salir de su casa, lo tomó del cuello con un brazo y lo apuñaló con el cuchillo que tenía en la otra mano. “Estaba borracho mal, pero él no era ningún chorro. No se dedicaba a robar y tampoco sabía pelear porque no tenía problemas con nadie”, aseguraba el testigo en el debate con respecto a la víctima.

El tribunal conformado por Raquel Tassello, Américo Juárez y Miguel Angel Caviglia condenó finalmente a Huenuman a 8 años de prisión.

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