La historia de los precios internos

El esquema permitió captar renta de las exportaciones con los precios altos pero la situación se revirtió y el Estado subsidia a la industria directamente por cada barril vendido a refinerías argentinas
La historia de este invento argentino empezó en 2002 cuando el entonces presidente interino Eduardo Duhalde autorizó el desacople de los precios internacionales del petróleo a los internos. En medio de una crisis económica severa, Argentina buscó así captar dólares a través de un sector que mostraba crecimiento: el petróleo.
En 2002, el esquema de derechos a las exportaciones de petróleo crudo fue del 20% y así comenzó un sistema que fue mutando durante la presidencia de Néstor Kirchner y las dos gestiones de Cristina Fernández de Kirchner.
Kirchner ratificó el esquema en 2004 a través de una reforma para elevar el impuesto a las exportaciones de crudo al 25%. A nivel internacional, este commodity repuntó como pocos y era una de las principales fuentes de divisas del Estado junto a la soja.
A poco de dejar su mandato, Kirchner firmó la resolución 394/2007 a través del Ministerio de Economía. Allí se fijaban las retenciones móviles, es decir que dejaban de ser un porcentaje fijo y se regulaba el precio que recibían las petroleras por cada barril. El precio de corte era de 42 dólares y el resto iba al Tesoro nacional.
"Los precios internacionales del petróleo y sus derivados han registrado fuertes incrementos en los últimos meses, siendo por lo tanto necesario desvincular a la economía local de dichas circunstancias, protegiendo al consumidor de los posibles perjuicios que pudieren acontecer como asimismo atenuar su impacto sobre el nivel de actividad, empleo y precios internos", decía en sus considerandos aquella resolución. "Por otra parte el Estado nacional debe procurar captar las rentas extraordinarias que se generan en diferentes sectores de actividad, en especial cuando se trata de recursos naturales no renovables", indicaba en otro apartado.
Pasó un año y en 2008 se instauró el programa Petróleo Plus, por el cual las empresas que lograran éxitos en su producción y exploración en busca de reserva podrían acceder a certificaciones de crédito fiscal para mejorar sus ingresos. En 2010 se impusieron los 42 dólares pese a las quejas empresarias y después de varias negociaciones el gobierno lanzó el programa Petróleo Plus 2.
Tras la renacionalización de YPF en 2012 y los nuevos objetivos para la industria, el gobierno reconoció una crisis energética y que por eso debía lograrse el autoabastecimiento de petróleo y gas. En principio, el valor de corte se estableció en 70 dólares por barril exportado y el valor de referencia internacional se consideró en 80 dólares. La referencia en ese momento era el West Texas Intermediate (WTI), un crudo de alta calidad de Estados Unidos.
A lo largo del segundo semestre de 2014, el Gobierno nacional fijó que si el precio internacional está por debajo de 80 dólares, las retenciones serían del 13%; si estaban por debajo de 75 dólares, serían del 11,50%; en tanto si baja de los 70 dólares las retenciones aplicadas serán del 10%. Pero en una nueva negociación y para lograr que los precios de las naftas bajen un 5%.
El modelo fue reformulado a fines de 2014 cuando los precios internacionales del petróleo empezaron a caer, tocando un piso de 46 dólares. En Chubut hubo preocupación porque los planes de inversión pueden suspenderse a esos precios, firmado en los contratos de renegociación y extensión de la concesiones..
En 2015 la alícuota de retención quedó en un simbólico 1% si el precio internacional del barril es menor a 71 dólares. Si fuera mayor o igual a 71 dólares, se aplica una fórmula polinómica descrita en la Resolución 1077/2014 (que deroga a aquella 394 de 2007 firmada por Kirchner).
En los considerandos se plantea: "el contexto internacional del mercado de hidrocarburos ha generado un alto grado de variabilidad en el nivel de precios del petróleo crudo y sus derivados, haciendo necesario atenuar su impacto sobre el nivel de actividad y empleo local".
"Que en función del contexto descripto, resulta necesario continuar implementando medidas destinadas a garantizar los niveles de rentabilidad del sector de hidrocarburos con el propósito de mantener las pautas de inversión tendientes al logro del autoabastecimiento de hidrocarburos y asegurar el cumplimiento de los principios de política hidrocarburífera establecidos por la Ley N° 26.741", sigue.
La última modificación fue en relación al "barril criollo", donde el Escalante cotiza a 54,90 dólares y el Medanito entre 67 y 68 dólares. La intención es sostenerlo así hasta fin de año, con el subsidio al barril de exportación siempre que el precio internacional esté por debajo de 47,50 dólares.
Mientras en el Ministerio de Energía empujan la disminución y eliminación de esos subsidios a la industria, en Interior quieren mantener las formas con los gobernadores.

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