La investigación por la visita de un grupo de diputados de La Libertad Avanza a genocidas presos en Ezeiza tuvo un nuevo capítulo el viernes pasado con un allanamiento del penal en el que se secuestraron los libros de ingreso y de visitas de la ex Unidad 31. Además, se obtuvieron filmaciones de las cámaras de seguridad.
La Justicia Federal de Lomas de Zamora, por disposición del fiscal Sergio Mola, ordenó la pesquisa en la cárcel ubicada en el partido bonaerense, donde se encuentran alojados un grupo de represores de la última dictadura cívico-militar, entre ellos Alfredo Astiz y Adolfo Donda. La causa unifica las denuncias realizadas por el abogado Pablo Llonto, el fiscal Felix Croux y la diputada libertaria Lourdes Arrieta, una de las presentes en la reunión.
El allanamiento tuvo lugar el viernes pasado. Durante la medida se obtuvieron las actas de ingreso y egreso de las visitas al pabellón donde se encuentran alojados los detenidos. En paralelo, solicitaron al penal que se entreguen las grabaciones de video registradas por las cámaras de seguridad, para cotejar fehacientemente las anotaciones de los libros.
LOS DIPUTADOS DE LA VERGÜENZA
La investigación tuvo como disparador el encuentro del pasado jueves 11 de julio organizado por el diputado libertario Beltrán Benedit quien estuvo acompañado por Arrieta, Alida Ferreyra, Guillermo Maximiliano Montenegro y María Fernanda Araujo, además de Rocío Bonacci, quien al tomar conocimiento de quienes eran los detenidos decidió no ingresar.
Días después se conoció una imagen del encuentro de los diputados junto con Astiz y Donda. Junto a ellos también se encuentran Raúl Guglielminetti, Mario Marcote, Miguel Britos, Honorio Martínez Ruiz, Marcelo Cinto Courtaux, Julio César Argüello, Manuel Cordero, Gerardo Arráez, Antonio Pernías y Carlos Suárez Mason (hijo).
Si bien la excusa que puso Benedit fue que iban a visitar a excombatientes de la guerra de Malvinas, trascendió que el motivo de la reunión fue discutir distintas estrategias para conseguir la prisión domiciliaria. El cura Javier Olivera Ravasi, hijo del genocida condenado Jorge Olivera (conocido como "El Carnicero"), fue uno de los artífices del encuentro y es quien impulsa un proyecto para excarcelar a los genocidas.
FALSOS ARGUMENTOS
Uno de los argumentos que esgrimen quienes proponen la excarcelación es que los detenidos superan los 70 años de edad. Sin embargo, esto fue rechazado en distintas oportunidades por la Justicia por tratarse de condenados a prisión perpetua por delitos de lesa humanidad.
El encuentro de los diputados con los genocidas generó una fuerte interna dentro de La Libertad Avanza. Mientras desde algunos sectores afirman que los legisladores se "cortaron solos" sin conocimiento de las autoridades, otros sostienen que fueron mandados por la vicepresidenta Victoria Villarruel, de estrecho vínculo con los genocidas.