La mitad de los gimnasios corre riesgo de cierre definitivo

Dueños de gimnasios de Comodoro Rivadavia esperan que el Comité de Crisis les brinde una posible fecha de regreso. Advierten que la mitad de los locales se encuentra cerca de cerrar sus puertas en forma definitiva a raíz de las deudas. El alquiler de elementos a domicilio y las clases virtuales son paliativos que no permiten cubrir los gastos.

El 18 de marzo comenzó la cuarentena obligatoria por el COVID-19 en la Argentina. Hace poco más de un mes la flexibilización del aislamiento obligatorio posibilitó que los gimnasios pudieran reabrir en Comodoro Rivadavia bajo determinadas medidas de bioseguridad. Sin embargo, esos permisos duraron solo 15 días a partir del brote de contagios que tuvo como nexo epidemiológico al grupo de marineros de un barco pesquero.

La vuelta a la Fase II llevó a que los locales permanecieran cerrados, se agravara la situación económica de los gimnasios y ahora muchos corren el riesgo de cerrar en forma definitiva.

El lunes sus propietarios tuvieron una reunión con integrantes del Comité de Crisis y les prometieron que el 1 de julio tendrían novedades sobre una nueva reapertura, pero hasta ahora no tuvieron respuestas.

“No hemos tenido novedades sobre la reunión. Estamos todos bastante desesperados. La mitad está en la lona. Otros tienen un adicional por otro trabajo y les permite cubrir algunos gastos, pero la mayoría vive de esto. Yo mismo no sé cuánto voy a durar si sigo cerrado porque tengo un montón de deudas que se van acumulando. Ya vamos para el cuarto mes que vamos a estar cerrado”, explicó Gustavo Morón, dueño del gimnasio Stadium en diálogo con El Patagónico.

Las cuentas están en rojo y advierten que no se puede aguantar un mes más sin la posibilidad de ofrecer el servicio. “Uno dice aguantar, pero es una palabra que nos queda muy grande. Porque ponele que nos dejen abrir pero vos necesitas 300 clientes para mantener toda la estructura. Con todas las restricciones vendrán 80 personas después, el mes que viene vendrán 150. Y la verdad que el torrente de clientes que necesito para mantener abierto no sé cuándo lo voy a poner tener”, lamentó el propietario de Stadium.

“Quizás uno abre y a los meses uno va a tener que cerrar porque las cuestan le siguen cerrando mal. Estamos en riesgo y es muy difícil estimar cuánto vamos a durar. El negocio está muerto. ¿Cuánto tiempo puedo aguantar? No lo sé porque quizás ya cerré y no me di cuenta”, aseveró.

Morón también explicó que el alquiler de elementos que realizan a domicilio no permite costear los gastos. “Uno puede llegar a alquilar una bici por tres mil pesos, pero con eso pagás el gas. No es una gran ganancia. Tenemos que pagar los sueldos y el mínimo es 40 mil pesos más los aportes. Lamentablemente no alcanzás a pagar nada con el alquiler de los elementos”, consideró.

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