La odisea de buscar un envío postal

En Comodoro Rivadavia se multiplican las quejas por el servicio de correos privados. Largas filas, atención deficiente y denuncias por paquetes extraviados son algunos de los reclamos.

Cynthia compró hace más de dos semanas un par de zapatillas para correr. Lo hizo a través de una página web de una tienda deportiva. El pedido fue enviado en tiempo y forma. El paquete era seguido mediante la página del correo privado.

Según el registro, el viernes 8 debían hacerle una visita en su casa para recibir el paquete. Sin embargo, nadie llamó a su puerta. Cynthia trabaja desde su casa por lo que está gran parte del día en su vivienda. “Es imposible que me hayan venido a visitar y no escuchara nada porque tengo el perro que ladra por cualquier cosa”, explicó a El Patagónico.

No es la primera vez que le pasa. Le devolvieron un anterior pedido al origen del despacho porque, supuestamente, el cartero la había visitado tres veces y nunca contestó. “Dicen que van a visitar o que te llaman por teléfono y nunca aparecen. Yo pienso que ni siquiera salen a hacer el recorrido”, denunció.

La situación la llevó a retirar su paquete en la central de Andreani en el Centro. Sin embargo, lleva una semana sin poder usar sus zapatillas. “Fui el mismo viernes y me dijeron que no me las podían dar porque las tenía el cartero. Volví el lunes y nada. El martes volví a insistir, pero me dijeron que el paquete no estaba”, describió.

Cynthia siguió insistiendo en búsqueda de obtener las zapatillas, que la tarjeta ya le cobró la primera cuota. “Me dan mil vueltas para entregarme mis zapatillas”, aseveró.

Cansada de no tener respuestas, volvió el jueves con la decisión de que le den una certeza de qué había pasado con su pedido. Sin embargo, desde la empresa le dijeron: “el paquete no había llegado todavía”.

“Parece que me están tomando el pelo. Primero me dicen que no estaba en mi casa, después que lo tiene el cartero y ahora que nunca llegó. Yo no entiendo nada. Si nunca llegó ¿cómo me fue a visitar el cartero? ¿Me iba a entregar algo trucho? “, se preguntó la damnificada.

Lo cierto es que Cynthia continúa sin sus zapatillas y decidió avanzar en Defensa del Consumidor. “Es la única que me queda porque desde el gerente hasta el último empleado te tratan mal. Te prepotean y cuando te vas te dicen ‘que tenga un buen día’. Parece un chiste “, criticó.

No es la primera vez que el servicio de correo privado es el centro de las críticas. Su atención, la demora y las supuestas visitas son algunos de los reclamos de un sector que se convirtió en vital después de la pandemia.

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