Hay triunfos que marcan una carrera. Y también hay triunfos que marcan la historia de un deporte. Lo de Evelin Bermúdez (22-1-1, 8 KO) el último sábado en Canadá, fue exactamente eso.
“La Princesita” acaba de grabar su nombre en las páginas doradas del deporte argentino, luego de una actuación demoledora en el Hard Rock Casino de Ottawa, Canadá, donde sentenció en tan solo un capítulo a la anfitriona Sara Bailey (6-1-0), unificando los cinturones mundiales FIB, OMB (los cuales retuvo) y AMB (el cual conquistó) de la división minimosca.
Con un triunfo histórico, no solo unificó tres coronas ecuménicas, sino que también estableció un hito sin precedentes en la rica historia del boxeo nacional: es la primera pugilista argentina de todos los tiempos, sin distinción de género, en conquistar un título mundial en el exterior con un nocáut en el primer asalto.
Este hecho marca un antes y un después, elevando su figura a la de una auténtica leyenda. Su notable demostración fronteras afuera, no solo solidificó su lugar como una de las mejores boxeadoras libra por libra de la actualidad, sino que también la posiciona como una de las deportistas más destacadas de nuestro país en la última década.
Desde el primer día, guiada por la sabiduría de su padre y entrenador, Nindolfo Tito Bermúdez. Y siempre de la mano de OR Promotions, la casa que la vio crecer y que también acompaña a otra leyenda de la familia: Daniela "La Bonita" Bermúdez.
La inolvidable triple coronación de la santafesina es un testimonio de su talento, disciplina y la ambición que la define, sintetizados en un bajo perfil que le brindó los cimientos para construir un legado que ya nadie podrá quitárselo.
Foto: Prensa OR Promotions.