José se tomaba la cabeza ensangrentada. Minutos antes había recibido una golpiza. Se resguardó en la Seccional Primera, en Güemes y Rivadavia, en donde sobre las 13:30 llegó corriendo a pedir ayuda luego de ser asaltado en la costanera. Le comentó a El Patagónico que unos ladrones le habían robado el teléfono.
Un llamado telefónico había alertado a la policía de que una persona había sido apuñalada en la costanera. Los móviles llegaron al lugar, pero José ya se había dirigido a la comisaría para denunciar el robo y las lesiones.
Según contó a este diario, había ido a almorzar a un local céntrico y luego se fue a tomar sol a la costanera. Cuando se encontraba descansando recostado en las piedras de la playa, recibió una pedrada en la cabeza que lo dejó semiinconsciente.
Contó que al menos tres delincuentes lo agredieron. Comenzaron a golpearlo frente a mucha gente. Le pegaron trompadas y puntapiés para finalmente escapar con su teléfono celular.
En medio de la agresión, según contó la víctima, los delincuentes frenaron la ayuda de transeúntes que intentaron interceder en la golpiza, diciéndoles "es un violín, es un violín". La víctima agradece que en ese momento los que pasaban por el lugar no se sumaron a la invitación del linchamiento que proponían los ladrones para aprovechar a escapar.
El hombre realizó la denuncia en la comisaría y luego debió ser hospitalizado ya que además de heridas sangrantes presentaba una serie de tumefacciones en la cabeza.
- 28 septiembre 2016