Lo condenan a 5 años de cárcel por promover la prostitución

Un individuo identificado como Leonardo Barrionuevo fue condenado por el Tribunal Oral Federal en lo Criminal de Comodoro Rivadavia como autor penalmente responsable de promoción y facilitación de la prostitución. El juez interviniente consideró que se trató de un delito agravado por haber sido cometido abusando de la situación de vulnerabilidad de la víctima.

S.A.V. llegó a Comodoro Rivadavia desde Mendoza para ejercer la prostitución por contacto de una amiga. Según estableció luego el Tribunal Oral Federal en lo Criminal de Comodoro Rivadavia, Leonardo Javier Barrionuevo, asiduo asistente a lo que en su momento fue “Belgrano Boité” -donde fue hallado el carnet sanitario de la víctima-, incitó a la mujer a su salida del lugar donde esta no estaba a gusto.

“A la tarde te voy a mostrar el depa que te voy a dar… mañana si Alberto se te hace el vivo pedile tu plata nomás y nos vamos a hacer otra cosa. Yo te voy a hacer ganar mucho más”, le escribió a la víctima, en su afán de sacarla del lugar a mediados del 2018, según las pruebas recolectadas por la Justicia Federal.

La víctima le había contado que estaba en una habitación encerrada y que sus compañeras no le daban la llave para salir cuando quisiera, incluso ni para ir a comprar. A través de los contactos telefónicos, le contó al hombre que quería ir a Mendoza a buscar a sus hijos y traerlos.

Para la Justicia Federal, una vez que logró su cometido, Barrionuevo se ocupó por las noches del traslado de la víctima, de 23 años, hacia una esquina céntrica de Comodoro Rivadavia para que la mujer continuara ejerciendo la prostitución. “Mientras, la veía desde su vehículo, incluso adiestrándola, cuando ella aguardaba sus clientes y que culminaban en la realización de varios ‘pases’ cada noche”, sentenció el juez del TOF, Enrique Guanziroli (foto) en el debate.

“Con los elementos expuestos, tengo por cierto y comprobado que Leonardo Javier Barrionuevo, contactó a S.A.V. en el local nocturno “Belgrano Boite” y que, previo viajar a la ciudad de Mendoza para buscar a sus hijos los alojó a todos en un departamento de esta ciudad, al tiempo que la condujo en su vehículo los días 28 y 29 de junio de 2018, a una esquina en la vía pública, en la que ella ejerció la prostitución con terceros” sostuvo el juez federal.

“Que S.A.V. supiera de qué iba a “trabajar” e incluso lo aceptara, no enerva la calidad de su labor, ni la perpetración delictual, debiendo recordarse que se entiende que al haberle quitado cualquier clase de efecto al consentimiento de quienes se prostituyen, la ley da por sentado que las personas no lo hacen porque les place, sino porque lo necesitan, si bien el consentimiento reviste otros matices. Es la concepción que considera que no existe el o la prostituta feliz, ya que el ejercicio de la prostitución degrada al ser humano y por eso se castiga a aquel que favorece la prostitución del otro”, dejó en claro Guanziroli.

Para el juez, S.A.V., por su condición de vida, joven, sin familia cerca, a muchos kilómetros de su ciudad de origen, con sus hijos a cargo y el temor de no verlos y perderlos, con marcadas y reconocidas dificultades económicas, estaba en una situación de vulnerabilidad evidente, circunstancias todas sabidas por el procesado.

Es que según se desprende de los testimonios recolectados en el juicio por parte de aquellos profesionales que entrevistaron a la víctima, cuando Barrionuevo trajo a los hijos de la mujer desde Mendoza le decía que debía devolverle todo lo que él había gastado en ese viaje.

Durante el juicio, personal de la Oficina de Trata de Personas dijo que la mujer contó que a los nenes los empezó a cuidar una allegada del condenado y que él “a ella la manda a ejercer la prostitución en la vía pública, como si tuviera una deuda por los gastos de ir a buscar los nenes. Todo el tiempo la acosaba, llamaba por teléfono, le decía ‘parate así’, ‘reíte así’. En algún momento discutieron y él le revoleó el teléfono, (ella) necesitaba irse y buscaba un pasaje, solicitó ayuda en la terminal”.

Según consta en la causa, finalmente cuando la víctima escapó del departamento del barrio 30 de Octubre, donde Barrionuevo la tenía junto a sus hijos, pudo pedir ayuda y todo el sistema policial y judicial se activó para finalmente resguardarla.

Lejos estaba la conducta de Barrionuevo de responder a motivos altruistas o sentimientos hacia la víctima, consideró el juez, por el contrario, denotó aprovechamiento de su situación contextual, de su vulnerabilidad, evidenciado por los claros mensajes contenidos en su teléfono, en los cuales se advierten varios, con distintos contactos desnudando sin vacilación la realidad: “empieza a trabajar en la calle para mí”.

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