El presidente Javier Milei firmó el Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) 697/2025, publicado en el Boletín Oficial, que habilita el ingreso de tropas extranjeras al país para realizar ejercicios militares conjuntos con la Armada Argentina. La medida autoriza la llegada de un contingente de las Fuerzas Armadas de Estados Unidos que participará del operativo “Tridente” entre el 20 de octubre y el 15 de noviembre en Mar del Plata, Bahía Blanca y Ushuaia.
El Ejecutivo avanzó por decreto pese a que la Constitución Nacional establece que este tipo de acciones deben ser autorizadas por el Congreso (artículo 75). El Gobierno argumentó que “la naturaleza excepcional de la situación planteada hace imposible seguir los trámites ordinarios previstos en la Constitución”.
El proyecto se originó a partir de una nota de la Embajada de Estados Unidos en Buenos Aires, que planteó como objetivo “la implementación de intercambios, integración entre componentes y entrenamientos para fortalecer las capacidades actuales de las Fuerzas Navales Especiales”. Los ejercicios contemplan la participación de distintas unidades argentinas y buscan mejorar la interoperabilidad y la defensa en espacios estratégicos marítimos y terrestres.
RECHAZO EN TIERRA DEL FUEGO
La decisión generó fuertes críticas en Tierra del Fuego. El gobernador Gustavo Melella manifestó: “Rechazamos cualquier base militar extranjera, sea del país que sea. Es perder soberanía. No aceptamos ni rusa, ni china, ni estadounidense, alemana o japonesa”.
Melella advirtió que la medida implica “seguir entregando soberanía a los Estados Unidos, socio estratégico de Inglaterra” y calificó de “cipayos” a quienes la avalan.
En paralelo, el candidato a diputado nacional por La Libertad Avanza en la provincia, Miguel Rodríguez, expresó su apoyo a la eventual instalación de una base estadounidense en Ushuaia, lo que desató un repudio generalizado.
Desde el frente Defendamos Tierra del Fuego rechazaron con dureza la propuesta: “La sola posibilidad de habilitar la instalación de una base militar estadounidense no sólo implicaría un acto de entrega de nuestro territorio, sino que además colocaría a la provincia como objetivo estratégico de alto valor para organizaciones terroristas internacionales, exponiendo a nuestra comunidad a riesgos inadmisibles”.
La organización también cuestionó la postura del candidato libertario: “Es preocupante la obediencia ciega a un proyecto nacional que pretende entregar la soberanía al mejor postor, sacrificando la seguridad de nuestro pueblo en nombre de la especulación financiera y la subordinación política”.