Luego de permanecer un mes internado, murió Gastón Burlón, el ex secretario de Turismo de Bariloche que fue baleado en una favela de Río de Janeiro, mientras intentaba realizar con su familia un paseo por el Cristo Redentor, uno de los sitios emblemáticos de esa ciudad en Brasil.
Su muerte fue confirmada este lunes por la Cámara de Turismo de Bariloche, que lo despidió expresando el dolor por el desenlace trágico de su vida.
El incidente ocurrió mientras el ex funcionario se dirigía con su familia al Cristo Redentor y, debido a una confusión con el GPS, ingresó por error en la favela Morro dos Prazeres, controlada por el grupo criminal Comando Vermelho.
Al adentrarse en la zona, el vehículo de Burlón fue interceptado por delincuentes armados que intentaron asaltarlo. Durante el ataque, recibió disparos en el tórax y la cabeza, perdiendo el control del automóvil, que colisionó contra una vivienda. Fue trasladado de urgencia al Hospital Municipal Souza Aguiar, donde fue intervenido quirúrgicamente. Tras el hecho, su estado de salud era grave y su pronóstico reservado.
La pareja de Burlón, Nadia Loza, quien se desempeña como secretaria de Turismo de la provincia de Salta, y sus hijos resultaron ilesos. “Sorpresivamente, aparecieron dos personas apuntándonos con armas a ambos lados y realizaron cuatro disparos, provocando la pérdida del control del auto y el choque contra una pared”, dijo Loza en declaraciones posteriores al ataque.
Las autoridades brasileñas han advertido sobre los riesgos de ingresar inadvertidamente en áreas controladas por organizaciones criminales, especialmente para turistas que utilizan sistemas de navegación GPS sin conocimiento previo de la ciudad. Se recomienda precaución y consultar rutas seguras al transitar por Río de Janeiro.
La favela Morro dos Prazeres está ubicada en el barrio de Santa Teresa, en Río de Janeiro, Brasil. Es conocida por su ubicación estratégica en las colinas, con vistas panorámicas al centro de la ciudad y a la bahía de Guanabara. Su población se estima en unas 2.500 personas, que viven en condiciones de urbanización irregular, con viviendas de construcción precaria y acceso limitado a servicios básicos.
Históricamente, Morro dos Prazeres ha sido un foco de desigualdad social, como muchas otras favelas en Río de Janeiro. La zona es descripta como una comunidad que enfrenta desafíos relacionados con la violencia vinculada al narcotráfico.