La imagen de la virgen fue llevada por el guardacostas de la Prefectura Naval desde el puerto Caleta Paula hasta el Club Náutico.
Más tarde hubo una caravana automovilística por las calles de la ciudad, dando continuidad a la celebración de la fiesta litúrgica.
Mabel Galindo, referente de la comunidad del Sagrado Corazón de Jesús que pertenece a la parroquia Virgen del Valle, comentó que “este es un año de conversión, de recogimiento, en donde tenemos que volver a mirar el rumbo y el rumbo es Jesús y María; son la luz del mundo”.