Las declaraciones de Leda Bergonzi, quien se presenta como sanadora, generaron un fuerte repudio en redes sociales y en diversos sectores de la sociedad.
Durante su participación en la mesa de Mirtha Legrand, Bergonzi afirmó que la identidad de género y el trabajo sexual están relacionados con un "enojo hacia Dios", sugiriendo que estas experiencias son una forma de enfermedad o de castigo divino.
El periodista Luis Bremer, conocido por su trabajo en medios de comunicación, utilizó sus redes sociales para condenar estos comentarios, señalando que son "peligrosos" y "temerarios".
Bremer subrayó que vincular la identidad de género con un enojo hacia Dios es especialmente preocupante en un país que cuenta con una Ley de Identidad de Género que protege los derechos de las personas trans y no binarias.
Además, Bremer destacó la complejidad del trabajo sexual en un contexto de marginalidad como el que se vive en Argentina, refutando la simplificación de Bergonzi de que esta actividad es únicamente el resultado de un "enojo".