Se cumplieron seis años del homicidio del cabo Godoy y no hay nadie preso por su asesinato

A seis años del homicidio del cabo de policía que intentó abortar el asalto a una estación de servicio, solo fue condenado uno de los involucrados, aunque por un delito menor. Se trata de Pablo "Bizcocho" Barrientos y fue por la participación secundaria que se le asignó. La condena se determinó en un acuerdo de juicio abreviado, por el delito de robo agravado. La pena pautada fue de 4 años y 9 meses, aunque el tiempo que había pasado en prisión preventiva le favoreció en el cómputo para obtener rápidamente la libertad condicional. Por la autoría del crimen había sido condenado a prisión perpetua Bruno Díaz. Sin embargo, resultó absuelto en segunda instancia.

El 20 de julio de 2012 el cabo Nelson Godoy recibió un balazo en la cabeza durante un asalto que se produjo en la estación de servicio del barrio 13 de Diciembre. Falleció al día siguiente tras permanecer hospitalizado alrededor de 24 horas.

La víctima había llegado a cargar combustible. Ese Día del Amigo se encontraba de franco y lo acompañaba su hermano menor. Una serie de movimientos violentos por parte de un individuo que entró en escena con un casco de moto en la cabeza, lo percataron del asalto a un playero.

El policía no dudó en actuar y se dirigió con su arma reglamentaria hacia la oficina donde el extraño introdujo al playero. Al acudir en auxilio del empleado que estaba siendo asaltado, Godoy se encontró en la puerta con el ladrón que salía apuntando con el arma, la cual utilizó sin titubeos y le disparó en la cabeza.

El policía quedó malherido. Su hermano se acercó rápidamente mientras los delincuentes corrieron para subirse a la motocicleta que utilizaron para escapar. El delincuente que ejecutó al cabo llevaba casco.

A partir de la investigación policial, Bruno Daniel Alejandro Díaz fue detenido como sospechoso de ser el autor del homicidio mientras que Pablo “Bizcocho” Barrientos fue aprehendido como cómplice.

Unas horas antes de comenzar el juicio, el 27 de mayo de 2014, Barrientos burló la seguridad de su lugar de reclusión, la Seccional Séptima y escapó. Permaneció en la clandestinidad hasta el 9 de junio de 2015, cuando fue capturado en un asentamiento de Kilómetro11.

Mientras Barrientos permaneció prófugo, el debate se llevó a cabo con el sospechoso del asesinato y allí el tribunal de primera instancia condenó a Bruno Díaz a la pena de prisión perpetua, tras declararlo auto del delito de homicidio criminis causa, es decir cometer un asesinato para ocultar otro delito, en este caso el asalto a la estación de servicio.

El fallo fue apelado ante la Cámara en lo Penal de Comodoro Rivadavia y en esa segunda instancia el tribunal del alzada resolvió hacer lugar al planteo de la defensa particular, absolviéndolo a Díaz de culpa y cargo, por lo que le otorgó la inmediata libertad.

No conforme con el resultado, la Fiscalía recurrió a la Sala Penal del Superior Tribunal de Justicia del Chubut con un recurso extraordinario, aunque el alto cuerpo rechazó el planteo y confirmó de esa forma la absolución de Díaz.

LA ULTIMA ESPERANZA

La esperanza de Justicia para los familiares de la víctima brilló cuando fue capturado Barrientos. El deseo era que este confesara quién había cometido el crimen, aunque ello nunca ocurrió porque el abogado de Barrientos acordó la celebración de un juicio abreviado como partícipe secundario de robo agravado y se pautó una pena de 4 años y 9 meses.

La noticia generó indignación, tanto en el entorno íntimo de la víctima, como en el laboral y no faltaron los oportunistas con jerarquía que propusieron soluciones inaplicables jurídicamente.

El tribunal que fue designado para tratar el juicio abreviado no se atrevió a pagar un costo tan alto y rechazó el acuerdo, dejándole la decisión a un nuevo tribunal de Cámara que se conformó con jueces de distintas jurisdicciones, quienes finalmente resolvieron que se debía tratar el juicio abreviado porque el acuerdo reunía las características legales para hacerlo. Así fue la última palabra la tuvo un juez de Sarmiento, a quien se designó para el tratamiento.

De ese modo, “Bizcocho” Barrientos fue condenado a la pena pautada mientras que el tiempo que pasó preventivamente detenido fue sumándose a su favor y a los pocos meses de recibir la condena obtuvo la libertad condicional, por lo que a la fecha no existe ningún detenido relacionado con el asesinato ocurrido hace seis años.

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