Beatriz Miguel fue una mujer que dejó una huella imborrable en Trevelin y en toda la provincia de Chubut. No solo fue la primera mujer en integrar el Cuerpo Activo de los Bomberos Voluntarios de Trevelin, sino que también fue la primera en alcanzar los 25 años de servicio activo, un logro que pocos bomberos voluntarios consiguen en el país.
Pero su trayectoria no se limitó al ámbito bomberil. Beatriz fue una de las grandes enfermeras del Hospital Rural de Trevelin, donde brindó atención y cuidado a los vecinos durante muchos años. También fue una madre ejemplar que crió sola a sus tres hijos, dándoles educación y valores. Y además, fue una ciudadana comprometida con la vida social y política de su comunidad, llegando a ocupar una banca como concejal.
Su fallecimiento, a los 58 años, causó un profundo pesar entre sus familiares, amigos y compañeros. La Federación Chubutense de Bomberos Voluntarios emitió un comunicado expresando su gratitud y reconocimiento para con esta mujer notable, por lo que ella brindó en sus 25 años de actividad. “Seremos garantes de que su ejemplo se conserve por siempre entre las juventudes de nuestras comunidades, como modelo de entrega, vocación de servicio y solidaridad con quienes lo necesitan”, señaló la entidad.
Sus camaradas más jóvenes, de diferentes camadas, la llamaban “La Mam”, la mamá de todos, porque todos recibieron de ella la contención afectiva, la enseñanza diaria y la inculcación de valores humanos. Hoy la recuerdan con admiración y cariño, y le rinden homenaje con un sentido aplauso.
Beatriz Miguel fue una mujer que hizo historia en Trevelin y en Chubut. Su legado permanecerá vivo en el corazón de todos los que la conocieron y la quisieron.