Un mes de prisión preventiva para el suboficial del Ejército por abuso sexual ultrajante a su hija

El juez de Sarmiento, Camilo Pérez, le dictó un mes de prisión preventiva al suboficial de 38 años, del Regimiento 25 de esa localidad, que está imputado por la Fiscalía de haber abusado sexualmente en forma reiterada de su hija de 12 años. El caso fue denunciado luego que la víctima logró escapar y alertar a una vecina.
Tal como publicó de manera exclusiva El Patagónico, el suboficial del Ejército detenido el jueves por el abuso sexual de su hija fue imputado ayer en una audiencia de control de detención celebrada en la Oficina Judicial de Sarmiento.
El juez Camilo Pérez le formalizó la investigación por "abuso sexual simple en concurso ideal con abuso sexual gravemente ultrajante en concurso real con abuso sexual con acceso carnal agravado por el vínculo".
El Ministerio Público, representado por el fiscal Herminio Gonzales Meneses, había solicitado que se le formalizara la causa por "abuso sexual con acceso carnal agravado por haber sido cometido a una menor de 13 años aprovechando la situación de convivencia y por haber sido cometido por el vínculo".
El defensor público Gustavo Oyarzún se opuso a la calificación escogida por la Fiscalía mientras que el propio juez sostuvo que el abuso gravemente ultrajante debía ser tomado en grado de tentativa ya que la joven había alcanzado a escapar y avisar a una vecina del Barrio Militar de Sarmiento.
Para la defensa, en los relatos de los hechos que realiza la Fiscalía se da cuenta de "cuatro o cinco ocasiones en las que la habría penetrado", pero no se da cuenta del tiempo, lugar y modo para que el suboficial ejerza su defensa material.
Finalmente el juez le dictó un mes de prisión preventiva.
En la audiencia estuvo presente la esposa del suboficial que presta servicios en el Regimiento de Infantería 25 de Sarmiento y pidió hablar en privado con el imputado.
Finalmente el suboficial del Ejército permanecerá detenido en Comodoro Rivadavia, en la comisaría de Diadema.
Resta llevarse a cabo algunas pruebas, como el cotejo de ADN de las vestimentas secuestradas de la menor de edad y de su padre. También que la víctima sea sometida a una entrevista en Cámara Gesell.

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